Cinco décadas después de la última de las misiones Apolo, la Luna vuelve a estar en la mira de la exploración espacial. Solo que ahora la NASA no es la única interesada ni capacitada para llevar a cabo una exploración lunar.
El número de astronautas que han caminado en la Luna es el mismo desde hace más de 50 años, sólo 12 personas han tenido ese privilegio y todas son estadounidenses. Pero eso está a punto de cambiar.
Gobiernos y empresas comerciales desde Europa y Medio Oriente hasta el Pacífico Sur, están llevando a cabo el lanzamiento de misiones para orbitar la Luna o aterrizar en su superficie.
La histórica competencia binacional entre las agencias espaciales estadounidense y soviética por la exploración lunar se ha convertido en global. A pesar del éxito de las misiones Apolo de Estados Unidos entre 1969 y 1972, hasta la fecha sólo cinco naciones han alunizado.
Compiten por explorar la Luna
China es uno de los países más claros en su objetivo de llegar a la Luna.
Después de dos misiones orbitales exitosas en 2007 y 2010, China alunizó el Chang’e 3 no tripulado en 2013.
Seis años después, el Chang’e 4 se convirtió en la primera misión en aterrizar en la cara oculta de la Luna.
El robótico Chang’e 5 devolvió muestras lunares a la Tierra en 2020 y el Chang’e 6, que se lanzará en mayo de este año, traerá las primeras muestras de la cara oculta de la Luna.
Y los planes del país asiático no terminan ahí.
«China aspira abiertamente a enviar a un par de sus astronautas a la Luna antes de 2030», afirma el periodista espacial Andrew Jones, especializado en la industria espacial china.
«Hay avances demostrables en una serie de áreas necesarias para llevar a cabo tal misión, incluido el desarrollo de un nuevo vehículo de lanzamiento tripulado, una nave espacial tripulada de nueva generación, un módulo de aterrizaje lunar y estaciones terrestres en expansión», dice Jones.
«Es una tarea tremenda, pero China ha demostrado que puede planificar y ejecutar proyectos de vuelos espaciales tripulados y lunares a largo plazo».