Utilizando los datos del satélite Interestelar Boundary Explorer (IBEX) de la NASA. Los astrónomos han cartografiado el límite de la heliosfera, la vasta región del espacio que rodea al sistema solar y que está llena de viento solar.
Sabemos desde hace mucho tiempo que la forma de la heliosfera, a pesar de su nombre, no es esférica, pero nos ha llevado bastante más tiempo darnos cuenta de su verdadera forma. Esta burbuja masiva que encierra el sistema solar, se extiende a lo largo de decenas de millones de kilómetros y nos protege de la radiación estelar dañina.
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Ahora, por primera vez en la historia, un equipo de científicos ha conseguido cartografiar el límite de la heliosfera, aportandonos una idea más clara de las fuerzas que esculpen nuestra burbuja desde el exterior. A medida que el viento solar empuja hacia afuera desde el Sol, pierde fuerza gradualmente y finalmente se vuelve incapaz de vencer incluso los vientos débiles del espacio interestelar. Este lugar se llama heliopausa, y el área interior es la heliosfera.
«Los modelos físicos han teorizado este límite durante años», aclara el astrónomo Dan Reisenfeld del Laboratorio Nacional de Los Álamos. «Pero esta es la primera vez que hemos podido medirlo y hacer un mapa tridimensional».
El innovador mapa fue producido por científicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL), que aprovecharon los datos de una década recopilados durante un ciclo solar completo entre 2009 y 2019. Esta información fue recopilada por el satélite IBEX de la NASA, que fue lanzado en 2008 con la intención de estudiar las interacciones entre el medio interestelar y los vientos solares que emanan del Sol hasta 1,6 millones de km/h.
Vientos solares están formados por protones
Para hacer esta medición, utilizaron una técnica similar a la forma en que los murciélagos usan el sonar. “Así como los murciélagos envían pulsos de sonar en todas direcciones y usan la señal de retorno para crear un mapa mental de su entorno, nosotros usamos el viento solar del Sol, que sale en todas direcciones, para crear un mapa de la heliosfera”, comenta Reisenfeld.
Los vientos solares están formados por protones, electrones y partículas alfa y dan forma a la heliosfera en forma de burbuja. Y es que el Sol lanza constantemente una corriente de partículas cargadas, un viento supersónico de plasma ionizado; hacia el espacio que, como vemos, pierde fuerza con la distancia, en lo que denominamos heliopausa.
¿Qué forma tiene entonces la heliosfera?
Ahora sabemos que su forma es parecida a la de un cometa después de todo, con una cola de al menos 350 unidades astronómicas de largo (ese es el límite actual del alcance del IBEX); aunque la longitud de la cola es imposible de medir. Y la distancia radial mínima a la ‘punta’ de la heliopausa parece estar alrededor de 110 a 120 unidades astronómicas (UA), una cifra consistente con los cruces de la sonda espacial Voyager. Como referencia, la órbita de Neptuno tiene aproximadamente 60 UA de ancho.