Las cataratas de Iguazú, situadas en la frontera entre Brasil y Argentina; se han desbordado en algunos puntos debido a las fuertes lluvias torrenciales que azotan la zona. El temporal ha provocado que el caudal de sus aguas aumente diez veces más de lo habitual.
Tal es la situación que el agua ha llegado a alcanzar los 25 metros de altura, un nivel que no se veía desde hace una década.
El flujo de agua en las cataratas, generalmente se registra en unos 1.5 millones de litros por segundo, hoy corren mas de 16 millones de litros por segundos, debido a las fuertes presipitaciones de aguas arriba en la cuencas del Rio Iguazú presisamente en el territorio brazileño; que termina en este espectaculo de la naturaleza. En 1986 las cascadas de Igazú, fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco y desde el 2011 son consideradas una de las siete maravillas del mundo.
Las cataratas, la popular garganta del diablo
La popular garganta del diablo, que también conduce hasta el principal salto de las Cataratas, permanece inhabilitada hasta que mejore la situación.
Con el objetivo de aliviar la carga de agua de las cataratas y minimizar el riesgo de inundaciones, las represas hidroeléctricas han abierto sus compuertas.
La administración de parques nacionales de Argentina, trabajan para que los visitantes puedan recorrer de manera segura este patrimonio mundial, donde la naturaleza enseña la verdadera buena escala de la dimensión humana.
Las autoridades reabrieron los principales puentes peatonales del lado brasileño durante el fin de semana. Aunque la famosa garganta del diablo permanece inhabilitada hasta que la situación mejore. Las represas hidroeléctricas han abierto sus compuertas para aliviar la carga de agua y evitar inundaciones.