La inteligencia artificial (IA), se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas de diversas maneras; y su impacto en la salud a través de dispositivos portátiles de fitness es cada vez más evidente.
Rastreadores de actividad física como Whoop Band, FitBit, Apple Watch, Oura Ring y Garmin smartwatch; se han vuelto comunes, proporcionando información valiosa sobre nuestros hábitos diarios.
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Un avance interesante en esta intersección entre tecnología y salud es la introducción de «Whoop Coach» por parte de Whoop. Este nuevo servicio utiliza el modelo GPT-4 de OpenAI; para proporcionar asesoramiento personalizado a los usuarios.
Este entrenador virtual, que toma la forma de una interfaz de chat, responde a las consultas de los usuarios basándose en una amplia cantidad de datos de salud recopilados por la banda Whoop; como la oxigenación en sangre, la temperatura de la piel, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria. Los usuarios pueden realizar preguntas sobre su salud, estado físico e incluso sobre temas generales, y recibirán respuestas personalizadas.
¿Inteligencia artificial podría ser peligroso?
Sin embargo, esta integración de la IA en dispositivos de fitness plantea preguntas sobre su seguridad y eficacia. Emily M. Bender, una profesora influyente en el campo de la IA; expresó su escepticismo en las redes sociales, destacando la presencia del modelo GPT-4 en Whoop y planteando la preocupación de que los consejos proporcionados puedan resultar potencialmente peligrosos en un futuro cercano.
A pesar de estas preocupaciones, hay quienes aplauden esta evolución. Consideran que esta integración de la IA; representa el inicio de una nueva era de dispositivos portátiles verdaderamente inteligentes que pueden impulsar nuestra salud y bienestar.
Esto es especialmente relevante en un momento en que menos de una cuarta parte de los adultos estadounidenses cumplen con la cantidad recomendada de ejercicio, y la IA podría servir como un incentivo adicional.
La IA, también está desempeñando un papel crucial en el ámbito de la salud cardiovascular. Empresas como Cardiosense, están utilizando la inteligencia artificial para monitorear la insuficiencia cardíaca; lo que podría salvar vidas al brindar alertas tempranas sobre problemas cardíacos.