Uno de los conceptos de misión a las capas altas de la atmósfera de Venus, prevé el trabajo en equipo de un globo en esa franja atmosférica con una nave fuera de ella, en órbita al planeta.
La intensa presión, el elevadísimo calor y los gases corrosivos de la atmósfera a nivel del suelo en Venus; constituyen un cóctel tan destructivo que pueden inutilizar a la nave espacial más robusta en cuestión de horas. Sin embargo, a unas decenas de kilómetros de altitud; la atmósfera es menos densa, menos caliente y, en definitiva, mucho más acogedora para la exploración robótica.
Mientras que el orbitador permanecería muy por encima de la atmósfera; realizando mediciones científicas y sirviendo de enlace de comunicaciones con la Tierra, un globo robótico, o aerobot, de unos 12 metros de diámetro; se desplazaría por la franja superior de ella.
Para poner a prueba la viabilidad de este concepto de misión; un equipo de científicos e ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), de la NASA en el sur de California, y de la empresa Near Space Corporation en Tillamook (Oregón), de Estados Unidos todas estas instituciones; realizó recientemente dos vuelos con éxito de un globo prototipo, que tiene aproximadamente un tercio del tamaño del que tendrá la versión definitiva.
Prueban un globo diseñado para sobrevolar Venus https://t.co/KLTeanOJtn
— Amazings – NCYT (@ncytnotesp) October 13, 2022
Trascendencia del globo para llegar a venus
El reluciente globo plateado, ascendió más de 1 kilómetro de altura sobre el desierto de Black Rock en Nevada; hasta un sector de la atmósfera terrestre, en el cual la temperatura y la densidad atmosféricas; se parecen a las que experimentaría el aerobot a unos 55 kilómetros de altitud sobre la superficie de Venus.
Coordinadas por Near Space, estas pruebas representan un hito en la demostración de la idoneidad del concepto; para acceder a una región de la atmósfera de Venus demasiado baja para que los orbitadores (sondas espaciales en órbita) la alcancen; pero donde una misión en globo podría operar durante semanas o incluso meses.
El objetivo final del aerobot sería viajar llevado por los vientos de Venus, flotando de este a oeste, circunnavegando el planeta durante al menos 100 días. El aerobot serviría de plataforma para una serie de investigaciones científicas; desde la vigilancia de la atmósfera en busca de ondas acústicas, generadas por los terremotos de Venus, hasta el análisis de la composición química de las nubes. El orbitador que lo acompañaría recibiría los datos del aerobot y los transmitiría a la Tierra, al tiempo que proporcionaría una visión global del planeta.
La única exploración a la atmósfera de Venus, realizada hasta la fecha con un globo fue parte de las misiones de las sondas espaciales soviéticas Vega 1 y 2; que llegaron al planeta en 1985. Los dos globos (que tenían unos 3,6 metros de diámetro cuando estaban llenos de helio) duraron poco más de 46 horas antes de que se agotaran las baterías de sus instrumentos.
Su corta aventura en la atmósfera de Venus fue, no obstante, un tentador indicio de los conocimientos científicos que podrían obtenerse con misiones más ambiciosas; usando globos más grandes y capaces de permanecer más tiempo volando.