En un reciente hallazgo científico, unos astrónomos dieron a conocer los dos grandes cráteres que dejó el impacto de un cohete espacial en la Luna.
Así mismo, el impacto ocurrió el 4 de marzo, y la NASA ya logró detectar los resultados que dejó el impacto de dicha aeronave.
Según las observaciones del LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), sorprendentemente, el cráter es en realidad dos cráteres, un cráter oriental (de 18 metros de diámetro) superpuesto a un cráter occidental (de 16 metros de diámetro). El doble cráter fue inesperado y puede indicar que el cuerpo del cohete tenía grandes masas en cada extremo, según explica la NASA en un comunicado.
Por lo general, un cohete gastado tiene una masa concentrada en el extremo del motor; el resto de cuerpo del cohete consiste principalmente en un tanque para combustible totalmente vacío. Dado que el origen del cuerpo del cohete sigue siendo incierto la doble naturaleza del cráter nos puede revelar su identidad.
Es el impacto más grande que se ha registrado en la Luna
Además, se conoce que ningún otro impacto de cohete en la Luna ha dejado cráteres tan grandes. Los cuatro cráteres del Apolo SIV-B tenían un contorno algo irregular (Apolos 13, 14, 15, 17) y eran sustancialmente más grandes (más de 35 metros); que cada uno de los cráteres dobles. El ancho máximo del cráter doble del misterioso cuerpo del cohete estaba cerca del de los S-IVB.
Cuando se descubrió el objeto, se especuló con que se tratase de la segunda etapa de un Falcon 9 de Space X que se lanzó hace unos 7 años, y también que fuera la etapa de refuerzo de un cohete chino experimental que también se lanzó hace 8 años, extremo negado por el gobierno chino.