Un 10 % del material lunar que recolectó la misión Chang’e-5 tiene una composición química «exótica», así lo sugirió Yuqi Qian, estudiante de doctorado de la Universidad de Geociencias de China; al presentar su estudio durante la reunión virtual Europlanet Science Congress (EPSC) 2021 que tuvo lugar entre el 13 y el 24 de septiembre.
Este hallazgo en la composición podría aportar indicios de los tipos de rocas espaciales que han impactado contra la superficie de la Luna a lo largo de millones de años.
Chang’e-5 es una misión china de exploración lunar robótica que consta de un aterrizador y un vehículo de retorno de muestras. El 16 de diciembre de 2020 se convirtió en la primera misión china en retornar exitosamente con fragmentos de rocas y polvo lunar a bordo.
Según Qian, el 90 % de los materiales recolectados por Chang’e-5 probablemente proceden del lugar de aterrizaje y sus alrededores inmediatos.
Se trata de rocas volcánicas que son visibles desde la Tierra, ya que componen las áreas grises más oscuras de la Luna. Además, son materiales de una edad geológica muy reciente (aproximadamente 2.000 millones de años) y constituyen las rocas lunares más jóvenes jamás traídas para su análisis en laboratorios de la Tierra.
Fragmentos exóticos
Sin embargo, lo más interesante es el restante 10 % recolectado por Chang’e-5. Estos fragmentos, de acuerdo con Qian, tienen composiciones químicas «exóticas» que podrían conservar registros de otras partes de la superficie lunar; así como indicios de los tipos de rocas espaciales que han impactado contra nuestro satélite natural durante millones de años.
Con la ayuda de colegas de la Universidad de Brown (EE.UU.) y la Universidad de Münster (Alemania), Qian analizó estos fragmentos «exóticos» y determinó que, posiblemente, tuvieron su origen en respiraderos volcánicos ahora extintos conocidos como ‘Rima Mairan’ y ‘Rima Sharp’; ubicados aproximadamente a 230 y 160 kilómetros al sureste y noreste del sitio de aterrizaje de Chang’e-5.
De hecho; el grupo de investigadores sugiere que algunos fragmentos podrían haber sido arrojados al área de aterrizaje de la misión desde casi 1.300 kilómetros de distancia.
«Todos los materiales locales y exóticos entre las muestras devueltas de Chang’e-5 se pueden utilizar para responder a una serie de preguntas científicas adicionales»; dijo Qian.