Las Leónidas son una lluvia de meteoros que se pueden ver todos los años durante el mes de noviembre. En 2021, el habitual fenómeno tendrá su máxima actividad durante las noches del 16 y 17 de noviembre, aunque la cercanía de la luna llena le restará visibilidad.
Los meteoros que chocan contra la atmósfera terrestre provienen del cometa 55P/Tempel-Tuttle, que tarda 33,2 años en dar una vuelta completa en su órbita. La última vez que transitó cerca de nuestro planeta fue en 1998, y no se verá la próxima gran lluvia de estrellas hasta 2031, según informó Meteored.
El tamaño de las leónidas varía y puede oscilar entre un milímetro y varios centímetros.
Al entrar en nuestra atmósfera, los meteoros se desintegran, ya que viajan a grandes velocidades, entre los 20.000 kilómetros por hora y los 71 kilómetros por segundo. Se los conoce como meteoritos cuando su tamaño es mayor y no se desintegran.
¿Cómo se pueden ver?
El 12 de noviembre de 1833, la lluvia de meteoros de las Leónidas fue tan intensa que hizo posible ver hasta 100 000 meteoros cruzando el cielo cada hora. En ese momento, muchos pensaron que era el fin del mundo, tanto que inspiró este grabado en madera de Adolf Vollmy. pic.twitter.com/hIYsKp9Hus
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) October 20, 2021
La mejor noche para ver las Leónidas es en la noche del 16 al 17 de noviembre, siendo a las 7:55 horas de la mañana del último día el pico de mayor actividad. El año pasado, en 2020, los expertos predijeron que sería el mejor año para poder observar esta lluvia de meteoros, puesto que en la noche del 16 al 17 de noviembre del año pasado este fenómeno casi coincidía con la noche de máxima actividad de otro evento hermano, el novilunio; lo que garantizaba un cielo nocturno durante toda la noche perfecto para esa visión.
Lluvia de las Leónidas
Sin embargo, este año, los expertos predicen que la contemplación de las Leónidas será un proceso más costoso, puesto que habrá luna llena (96%) hasta su puesta, sobre las 5:00 horas de esa madrugada.
El lugar de observación, informan desde el IGN, puede ser cualquiera que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión. Aunque las Leónidas parecen venir de la constelación de Leo (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso. Lo más cómodo es sentarse o tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.
Algunas de estas tormentas estelares alcanzaron proporciones importantes, como la de la noche del 13 de noviembre de 1833 en la costa oeste de Estados Unidos.