El Sol ha entrado en la fase máxima de su ciclo de 11 años, lo que implica un aumento significativo en su actividad. Durante esta etapa, se producen erupciones solares y eyecciones de masa coronal, marcando un periodo de alta agitación magnética. Este fenómeno afecta tanto al Sol como al espacio cercano a la Tierra.
Cada 11 años, los polos magnéticos del Sol se invierten, lo que altera su dínamo interno y aumenta la actividad en su superficie. El ciclo comienza en un mínimo solar y alcanza su punto álgido en el máximo solar, donde la actividad es más intensa, antes de descender nuevamente.
Los científicos rastrean las manchas solares para predecir el progreso del ciclo. Estas manchas, que son áreas de fuerte concentración de campo magnético, aumentan durante la fase máxima. Las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal están asociadas con estas regiones activas en la superficie del Sol.
Aunque la fase máxima solar ya está en curso, no se sabe con exactitud cuándo alcanzará su pico. Los científicos podrán identificar este momento solo cuando se registre un descenso constante en la actividad solar, lo que llevará nuevamente al mínimo solar.
ASTRONOMÍA. El Sol ha alcanzado su máximo solar y podría durar un año. En esta fase del ciclo, nuestra estrella exhibe máxima actividad. Los intensos campos magnéticos del Sol producen más manchas solares y erupciones solares que en cualquier otro momento de su ciclo de 11 años.… pic.twitter.com/vTShMkl98D
— lacronicadelhenares (@lacronicadelhe3) October 19, 2024
Tormentas solares pueden afectar comunicaciones y redes eléctricas
El aumento de la actividad solar ofrece a los científicos una oportunidad única para estudiar el Sol. Sin embargo, también puede tener consecuencias significativas en la Tierra, ya que el clima espacial puede afectar satélites, redes eléctricas y sistemas de comunicación.
Las erupciones solares no representan una amenaza directa para los humanos en la Tierra, gracias a la protección de la atmósfera. No obstante, las perturbaciones en la ionosfera causadas por estas erupciones pueden afectar las señales de radio y GPS, y las redes eléctricas.
En los últimos años, se ha observado una gran actividad solar. La NASA registró recientemente la mayor llamarada solar en casi una década, aunque está dentro de los niveles esperados para esta fase máxima. Aun así, los expertos esperan más tormentas solares en los próximos meses.
La NASA y la NOAA prevén tormentas geomagnéticas adicionales que podrían afectar la infraestructura terrestre y permitir la observación de auroras boreales en zonas poco comunes. Además, la sonda Solar Parker se acercará al Sol para estudiar el fenómeno de cerca y mejorar nuestra comprensión del clima espacial.