El cáncer de mama es una enfermedad frecuente en el mundo. Además, es la principal causante de muerte en mujeres; según estadísticas se estima que una de cada ocho será afectada por la enfermedad en algún momento de su vida.
un estudio llevado a cabo científicos en España por el Instituto de Oncología Vall d’Hebron (VHIO) de Barcelona y la empresa biotecnológica Peptomyc ha logrado descubrir que una proteína inhibidora del gen MYC, causante del crecimiento de los tumores.
Esperanza para los pacientes de cáncer
El tratamiento creado en Barcelona según sus responsables, la enorme efectividad reside en su capacidad para frenar el gen MYC, causante del desarrollo de casi todos los tumores sólidos. La efectividad de este fármaco solamente se había probado en «tumores primarios», aquellos que todavía no se ha extendido por el cuerpo.
Ahora, se demuestra su utilidad también en casos de metástasis, cuando la enfermedad ha saltado de un órgano a otro, empeorando así las posibilidades curación.
El equipo del Hospital Vall d’Hebron realizó diferentes experimentos in vitro e in vivo para conocer de qué manera Omomyc, desarrollado en el Vall d’Hebron, impactaba en las metástasis del cáncer de mama.
Pruebas para combatir la metástasis
El hecho de que la inhibición de MYC sea eficaz independientemente del perfil mutacional del tumor hizo que los investigadores del VHIO se plantearan que el uso de este enfoque podría superar la barrera de la heterogeneidad de las metástasis.
«Hasta el momento habíamos demostrado que Omomyc era eficaz controlando muchos tumores primarios. Además, hemos visto que también es un fármaco eficaz al bloquear la invasión, el establecimiento y el crecimiento de las metástasis en el cáncer de mama»; explicó la doctora Laura Soucek, codirectora de Investigación Traslacional y Preclínica del hospital.
Los experimentos se hicieron tanto en modelos in vitro, para probar la eficacia en todos los tipos de tumores, como en modelos de ratón; centrados en el cáncer de mama triple negativo, una enfermedad que actualmente requiere mejores terapias.
El equipo del VHIO observó que Omomyc era «capaz de hacer que el tumor primario creciera menos» y que además «impactaba en el crecimiento de las metástasis y en algunos casos las hacía desaparecer»; comentó el doctor Massó.
La investigación efectuada no se llevó a cabo con pacientes, el VHIO analizó la posible repercusión de la aplicación de Omomyc. Hasta ahora se han analizado bases de datos de mujeres enfermas con cáncer de mama y se ha podido verificar que aquellas pacientes que presentaban los genes que bloquea Omomyc tenían una supervivencia más baja.
«Esto nos hace ser optimistas y pensar que, si estas pacientes se tratasen con nuestro fármaco, quizá podríamos mejorar su supervivencia», concluyó Massó.