Nadie sabe a ciencia cierta qué se esconde en las profundidades de la tierra. Un nuevo estudio publicado en la revista Nature revela que el núcleo interno de la tierra puede estar lleno de una sustancia extraña que no es ni sólida ni líquida.
El núcleo de la tierra se caracteriza por una presión y una temperatura extremadamente alta. Los científicos han creído que las cavidades más profundas de la tierra están compuestas por un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido y comprimido de hierro, que se arremolinan continuamente en una red de hierro.
Ahora, una nueva investigación, ofrece una visión poco frecuente de la estructura interna del planeta, y es mucho más extraña de lo que se pensaba.
Nueva forma de materia de la tierra
Un equipo de científicos, dirigido por el profesor Yu He, del Instituto de Geoquímica de la Academia China de Ciencias (IGCAS), determinó; con nuevas simulaciones por ordenador de alta presión y alta temperatura basadas en la teoría de la mecánica cuántica. Las simulaciones por computadora sugieren que el núcleo interno caliente y manteniendo la presión dentro de la tierra podría existir en un «estado superiónico», una mezcla giratoria de hidrógeno, oxígeno y carbono.
«Encontramos que el hidrógeno, el oxígeno y el carbono en el hierro hexagonal compactado se transforman en un estado superiónico bajo las condiciones del núcleo interno, mostrando altos coeficientes de difusión como un líquido«; escribieron los investigadores en su artículo.
Algunos científicos creen que podría haber un segundo núcleo interno, mientras que otros suponen que; debido a la menor densidad de lo que cabría esperar del hierro puro, podría haber algunos elementos ligeros fusionados.
«Nuestros resultados encajan bien con las observaciones sismológicas. Son los elementos de tipo líquido los que hacen que el núcleo interno se ablande»; afirmó, por su parte, el coautor del artículo Sun Shichuan.
Según expertos, es poco probable que este trabajo sea la última palabra sobre el tema. No obstante, la investigación podría arrojar luz sobre uno de los misterios más antiguos de la ciencia terrestre.