La especie de homínido no ha sido identificada, pero la autora del estudio cree que hubo canibalismo con fines alimenticios y sostiene que es el caso más antiguo. En Atapuerca, se ha documentado con detalle esta práctica ancestral en la especie Homo antecesor, de hace 850.000 años, con fines territoriales y culturales.
Se trata de un nuevo análisis realizado a un hueso (una tibia o espinilla) de un homínido que se custodia en el Museo Nacional de Nairobi y que había sido encontrado en el norte de Kenia. La paleoantropóloga Briana Pobiner, dio con ese fósil mientras examinaba parte de una colección sobre qué depredadores prehistóricos podrían haber estado cazando y comiendo a homínidos.
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Por lo cual, la científica envió los restos a su colega Michael Pante donde creó en su laboratorio escáneres en 3D y los comparó con una base de datos. Además, encontraron 11 cortes, nueve de las cuales creen que fueron realizados con herramientas de piedra, mientras que los otros dos los atribuyen a los mordiscos de un gran felino.
Canibalismo de hace 1,45 millones de años en Atapuerca
«Parece más probable que la carne de esta pierna se comiera para nutrirse en lugar de realizarse para un ritual«. Así mismo, afirma que estos cortes se parecen mucho a lo que ha visto en fósiles de animales que se procesaban para el consumo.
Por otra parte, el equipo liderado por Pobiner, considera que se trataría del caso más antiguo de canibalismo conocido; «con un alto grado de confianza y especificidad».
Sin embargo, la propia autora presenta su hipótesis con cautela, ya que reconoce las marcas de corte, no prueban que el individuo que las infligió se las haya comido.
¿Por qué practicaban canibalismo?
En palabras del paleoantropólogo, Bermúdez de Castro, afirma que «Solo podemos pensar en un canibalismo territorial y cultural. Los humanos cazados y consumidos representaban un recurso más, se beneficiaban del esfuerzo de haberlos cazado y matado para no desaprovechar los recursos que ofrecían».
Por otra parte, Briana Pobiner subraya la importancia y utilidad de volver a analizar los fósiles almacenados en los museos.
Por lo cual, agregó que «no todo el mundo ve todo a la primera vez. Se necesita una comunidad de científicos que vengan con diferentes preguntas y técnicas para seguir ampliando nuestro conocimiento del mundo».