Mediante una exploración submarina, un equipo de la organización del oceanógrafo Robert Ballard, hizo uno de los descubrimientos que ha sorprendido a toda la comunidad científica. Donde reveló una antigua formación volcánica activa cerca de Hawái. Se encontró el camino de «baldosas amarillas» bajo el Océano Pacífico.
Robert Ballard, es conocido por su trabajo en arqueología submarina y sus descubrimientos como los restos del RMS Titanic. Desde el 2008 creó el programa de exploración Nautilus, que se concentra en el fondo marino y en la innovación tecnológica.
Durante la última expedición de Ballard, todos los investigadores que forman parte del programa, descubrieron un impresionante camino de «baldosas amarillas«. Esto ocurrió cuando estaban explorando en una antigua cadena de volcanes submarinos en el Océano Pacífico.
Las llamadas “baldosas”, son el resultado de la geología volcánica que ha fracturado la roca de una forma curiosamente uniforme; y se encuentra en la llamada Cresta Liliuokalani.
«Camino de baldosas» en Océano Pacífico.
De esta forma, los investigadores tuvieron la oportunidad de registrar el momento del hallazgo a través de un video. También, el equipo intentó tomar muestras de la corteza del fondo marino con la ayuda de un brazo robótico.
En consecuencia, los exploradores tomaron una muestra. Luego, la nave avanzó y pudo dar con un tramo de aspecto impresionantemente seco que llaman “corteza cocida”, donde aparece el camino de baldosas amarillas.
Sin embargo, después se aclaró, y lo que puede parecer un “camino de baldosas amarillas” hacia la ciudad de la Atlántida, es en realidad un ejemplo de antigua geología volcánica activa.
La extraña formación geológica, se encontraba en un tramo de la cima del monte submarino Nootka, que se sitúa dentro del Monumento Nacional Marino Papahānaumokuakea.
Al principio que los investigadores observaron, parecía un trozo de lecho de lago seco, pero desde ese momento, se ha identificado como “hialoclastita”; que es un tipo de roca volcánica, que se encuentra donde las erupciones de alta energía, han depositado fragmentos en el lecho marino del Océano Pacífico.
Tomado de: infobae