Los astrónomos clasifican ampliamente las galaxias en tres categorías principales: elípticas, espirales e irregulares con más de dos tercios de las que han observado incluidas en esa segunda forma, lo que abarca nuestra propia morada, la Vía Láctea.
Pero si bien los científicos tienen una idea aproximada del tamaño y la forma de los brazos espirales de la Vía Láctea, dicen que ver la estructura completa de nuestra galaxia es un desafío, ya que la Tierra está dentro de ella.
«Es como estar parado en medio de Times Square y tratar de dibujar un mapa de la isla de Manhattan«, explican desde el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) en California, EE.UU.
Por ello, detectar alguna nueva característica de la Vía Láctea se considera una hazaña en sí misma. Este es el caso de un hallazgo de los astrónomos del JPL, descrito en la revista Astronomy & Astrophysics, que arroja nueva luz sobre la estructura más fina de nuestra galaxia natal.
Los científicos del laboratorio de la NASA, han encontrado una extraña «ruptura» en los brazos espirales de la Vía Láctea; que podría decirnos más sobre su historia galáctica.
Esta disrupción, que consiste en una agrupación de estrellas jóvenes y regiones gaseosas; es descrita por el JPL como «una astilla que sobresale de una tabla de madera».
Los astrónomos investigan (Vía Láctea)
Los investigadores rastrearon la característica usando los ojos infrarrojos o buscadores de calor del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea, que miden distancias y movimientos estelares.
El nuevo estudio se centró en una región cercana a uno de los brazos de la Vía Láctea, llamado Brazo de Sagitario, hogar de los famosos Pilares de la Creación; que forman parte de la nebulosa del Águila.
Los datos combinados de Spitzer y Gaia mostraron que Sagitario está lleno de estrellas jóvenes que se mueven en el espacio, casi a la misma velocidad y dirección, informó RT.