Los científicos aseguraron que la “Bóveda del fin del mundo”, sería la salvación para las futuras generaciones que existan.
Y es que en la remota isla de Spitsbergen, en el archipiélago ártico de Svalbard (Noruega); una montaña alberga en una cueva excavada a 120 metros su interior el depósito de semillas más grande del mundo.
Se trata de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard (conocida como la “bóveda del fin del mundo”); donde se guarda un depósito seguro de duplicados de semillas de cultivos alimentarios.
Así mismo, esta bóveda es inmune a fenómenos como la actividad volcánica, los terremotos y la radiación; por lo que se espera que sobreviva a grandes catástrofes que pueden borrar a la humanidad de la Tierra.
La “bóveda del fin del mundo” sería la más segura
En este lugar, también conocido como el «Arca de Noé» de los cultivos, las semillas están almacenadas a 18 grados bajo cero y en caso de fallo eléctrico, se espera que el permafrost ártico actúe como refrigerante natural.
Inaugurada en febrero del año 2008, esta bóveda también se encuentra ubicada en un territorio que puede ser considerado como neutro.
En el caso de que exista un conflicto armado, la zona está desmilitarizada. Además, para entrar al lugar es necesario cruzar varias puertas de seguridad, blindadas, reforzadas con acero y con códigos propios.
La construcción de este lugar, que fue pensado como un respaldo para preservar la diversidad vegetal del planeta; costó aproximadamente 45 millones de coronas noruegas, es decir unos 9 millones de dólares.
En Svalbard se pueden albergar hasta 4 millones de semillas y fue abierta por primera vez en octubre de 2016 para extraer semillas que fueron destruidas en la guerra civil en Siria.