Un grupo internacional de astrónomos han creado un nuevo mapa del disco exterior de la Vía Láctea, el cual reveló la existencia de estructuras colosales al borde de la galaxia.
Según Chervin Laporte, principal autor de la investigación, esta parte no se había explorado en profundidad debido a la presencia de polvo que «oscurece severamente la mayor parte del plano medio galáctico». «Si bien el polvo afecta la luminosidad de una estrella, su movimiento no se ve afectado. Como resultado, se puede utilizar su trayecto para realizar una tomografía de las regiones ultraperiféricas de la galaxia”, detalló.
Estructuras al borde de la Vía Láctea
De esta manera, se identificaron filamentos giratorios masivos de procedencia poco clara. Los expertos plantearon la hipótesis de que son restos de brazos de marea del disco de la Vía Láctea; expulsados por varios satélites en el pasado.
«Otra posibilidad sería que no todas estas estructuras sean realmente auténticas subestructuras de disco, sino que formen en él las crestas de ondas de densidad vertical que se ven en proyección formando una ilusión óptica de que el disco está altamente subestructurado”; agregó Laporte.
El hallazgo se produjo gracias al observatorio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea, un proyecto que busca mapear la Vía Láctea en tres dimensiones.