Uno de los lugares más interesantes de nuestro Sistema Solar es sin duda Titan, la luna más grande de Saturno. Sus curiosas condiciones hacen pensar a la NASA que puede haber albergado en el pasado vida. Para comprobarlo hay una misión en el calendario que colocará un «helicóptero» en la superficie de Titan, la misión Dragonfly.
Dragonfly es una misión pensada para llegar a Titan y explorar el satélite de Saturno. La idea es que lo haga a mediados de la próxima década, pero el equipo científico detrás de la misión ya está esbozando sus metas y objetivos científicos.
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¿Por qué Titan? Es un lugar sorprendentemente parecido a la Tierra. Tiene una atmósfera espesa y es el único otro lugar del Sistema Solar que conocemos que tenga lagos, océanos, lluvias y ríos.
Eso sí, con una diferencia muy importante: son lagos, océanos y ríos llenos de metano líquido y etano, no agua. Pero, quizás otros organismos con sistemas biológicos distintos a los nuestros se aprovechan de esto o lo hicieron en el pasado.
El helicóptero que sobrevolará Titan en busca de vida primitiva
Dragonfly es, como su propio nombre indica en inglés, una libélula. Una libélula robótica, claro.
Similar a lo que ocurre con Ingenuity en Marte, Dragonfly se espera que sobrevuele al superficie de Titan para recolectar todo tipo de datos y enviarlos de vuelta a la Tierra. Es más grande que Ingenuity y no va a estar acompañado de un rover como ocurre con su análogo en Marte.
Se sabe que Titan contiene moléculas y compuestos que se asemejan a los que se cree que había en la Tierra primitiva. Por lo tanto, el objetivo principal de Dragonfly va a ser llegar ahí e investigar si las condiciones son adecuadas para que la vida surja ahí o haya existido previamente. Dragonfly también estudiará el ciclo del metano y cómo actúa con la atmósfera y la superficie de Titan.
Inicialmente los investigadores estiman poder aterrizar Dragonfly cerca del ecuador de Titan, entre sus dunas. Este lugar podría albergar sedimentos orgánicos. Posteriormente se explorará áreas entre las dunas para encontrar posibles almacenes de hielo de agua.
Pasará un día de Titan (16 días terrestres) en cada lugar, hasta que finalmente se dirigirá al cráter Selk, con aproximadamente 90 km de diámetro, se cree que hay restos orgánicos en él.
Dragonfly se espera que se lance en 2026 y comience su viaje hacia Saturno. Llegará al planeta gaseoso en 2034 y a partir de ahí se preparará para descender a la superficie de Titan.
Una misión que nos puede devolver espectaculares imágenes y datos de uno de los lugares más interesantes que nos rodea