Científicos neerlandeses desarrollaron un método para adiestrar a abejas de manera que sean capaces de identificar a las personas que están infectadas con covid-19.
Según se detalla, los insectos aprenden a distinguir a los portadores porque su metabolismo (y olor) cambia debido a la enfermedad.
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Los científicos presentan a las abejas muestras tanto positivas como negativas al coronavirus, y cada vez que la muestra es de un organismo infectado los insectos reciben un poco de solución de azúcar.
Tras varias repeticiones, empiezan a asociar el azúcar con el olor de las muestras positivas y extienden la lengua al percibirlo.
Por el momento, el experimento se ha llevado a cabo con muestras de visones y humanos.
Durante la investigación los insectos demostraron ser capaces de detectar la infección «con un número muy bajo de falsos positivos y falsos negativos».
«Una abeja entrenada puede detectar una muestra infectada en unos pocos segundos», aseveran los científicos.
«Muy eficaz para los países de bajos ingresos»
La compañía InsectSense, que colaboró con la Universidad de Wageningen, «ya ha desarrollado los prototipos de una máquina que puede entrenar de manera automática a varias abejas simultáneamente y un biosensor que despliega a las abejas entrenadas para el diagnóstico».
Dado que estos insectos son accesibles en cualquier parte del mundo, la tecnología, denominada BeeSense, puede ser «muy eficaz para los países de bajos ingresos que enfrentan desafíos para acceder a infraestructura y a alta tecnología», opinan los investigadores.
Además, actualmente se está trabajando en la tecnología LimuNose, que prevé crear un biochip con los correspondientes genes de insectos para detectar las sustancias volátiles asociadas a la enfermedad.
La tecnología será «no invasiva, rentable y altamente precisa, e incluso podrá reconocer la gravedad de la enfermedad», asevera el comunicado.
No es la primera vez que el olfato de animales se utiliza para detectar el SARS-CoV-2. En agosto de 2020, el aeropuerto de Dubái empleó a perros con este fin, afirmando que la precisión de detección fue del 91 %. En febrero, un estudio realizado en Alemania reportó una precisión aún mayor, del 94 %.
Con información de Actualidad RT