Los dinosaurios vivieron en grandes colonias en las costas de Sesimbra, en uno de los más bellos parajes del litoral Portugal, hace 129 millones de años, tal como revela el descubrimiento de un gran yacimiento de huellas de estos animales encontrado por científicos lusos.
Se trata de 614 huellas de dinosaurios con unos 129 millones de antigüedad halladas por investigadores del Centro Portugués de Geohistoria y Prehistoria (CPGP) en Cabo Espichel, península de Setúbal, que arrojan nueva información sobre el comportamiento de estos antiguos pobladores.
"Este hallazgo ha supuesto dar con el que es el mayor conjunto de huellas de dinosaurios del periodo Cretácico Inferior encontradas en Portugal", ha declarado a Efe Silvério Figueiredo, presidente del Centro Portugués de Geohistoria y Prehistoria y director de la investigación.
La zona se encuentra entre Boca do Chapim y Praia do Areia do Mastro, en acantilados costeros próximos al cabo Espichel, en el municipio de Sesimbra, enclavado en la península de Setúbal, unos 40 kilómetros al sur de Lisboa, donde ya se habían descubierto otras huellas previamente.
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Huellas que revelan identidad
Las pisadas, encontradas en tres lechos de piedra caliza junto a un acantilado de unos 60 metros de altura, corresponden a dinosaurios herbívoros, como los saurópodos y los ornitópodos, y carnívoros como los terópodos.
Los investigadores suponen que los dinosaurios pisaron lo que hace 129 millones de años eran entornos marinos poco profundos, lagunas y estuarios, sobre los que se depositaron sedimentos de calizas, margas y areniscas, gracias a lo que se formaron las huellas.
"El estado de conservación no es el mejor", admite Figueiredo, debido principalmente al propio tipo de formación de las huellas "no son las marcas que dejaron directamente los dinosaurios, sino que son el resultado de la fuerza de la pisada sobre la capa inferior".
La intensa erosión de las olas y la marea alta también han perjudicado la conservación, pero "pueden apreciarse" las marcas, continúa.
"Las huellas indican que la zona era muy frecuentada por dinosaurios de diferentes especies, pensamos que podría ser una zona de paso entre áreas de pastoreo donde los herbívoros podrían aprovisionarse de alimento, y por lo tanto, zonas de caza para los carnívoros", apunta el paleontólogo.
Se identificaron 614 pisadas en un área de más de 1.350 metros cuadrados que se dividen en tres grandes grupos de dinosaurios: terópodos (93) saurópodos (324) y ornitópodos (197), es decir, el 15 % de las huellas pertenecen a carnívoros mientras que el 85 % son de herbívoros.
A pesar de los datos que ha aportado el descubrimiento, el equipo de Figueiredo también ha dado con huellas que no han conseguido identificar ni relacionar con ninguna especie.