El lobo prehistórico, llamado lobo gigante o lobo terrible, un extinto cánido de que habitaba una extenso territorio desde América del Norte hasta la Pampa argentina durante el último periodo glacial (el Pleistoceno), fue una especie distinta del lobo gris, según informó el 13 de enero la Universidad de California (UCLA).
Ese es el hallazgo basado en un nuevo estudio, el análisis en profundidad del ADN recuperado de antiguos huesos de lobo terrible de toda América del Norte. Una vez que los lobos terribles ( Canis dirus ) se separaron de los lobos grises hace millones de años, parece que nunca se han mezclado desde entonces.
Según la universidad, el estudio colaborativo con la Universidad de Durham del Reino Unido, la Universidad de Adelaide de Australia y la Universidad Ludwig Maximilian de Alemania "puso fin a un misterio que fue un objeto de reflexiones de biólogos durante más de 100 años".
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Los extintos lobos gigantes ('Canis dirus') tenían un tamaño mayor que los actuales lobos grises ('Canis lupus'). Para revelar el misterio de la procedencia de estos majestuosos animales, extintos hace unos 13.000 años, el equipo liderado por científicos de la UCLA secuenció cinco genomas de restos subfósiles que datan de hace 13.000 a más de 50.000 años y que fueron extraídos de distintos lugares en los estados de Idaho, Ohio, Wyoming y Tennessee.
Resultados de las investigaciones
Los resultados obtenidos sugieren que, aunque similares morfológicamente al lobo gris existente, los lobos terribles eran un linaje muy divergente que se separó de los actuales cánidos hace unos 5,7 millones de años. Es decir, se trata de primos muy lejanos, pese a su aparente similitud. Ha sido la primera vez que se extrae ADN antiguo de lobos gigantes.
Es significativo que el lobo gigante nunca se haya cruzado con el lobo gris o coyote de América del Norte. "La ausencia de cualquier transferencia genética indica que los lobos gigantes evolucionaron de forma aislada de los antepasados de la Edad de Hielo de estas otras especies [lobos grises y coyotes]", indica el comunicado.
El estudio, titulado 'Los lobos terribles fueron los últimos de un antiguo linaje de cánidos del Nuevo Mundo', ha sido publicado en la revista Nature.