El metano, un gas con efecto invernadero mucho mayor que el del dióxido de carbono, se libera del fondo marino bajo los efectos de la marea, según ha revelado un reciente estudio. Los volúmenes de su emanación dependen de la fuerza de atracción gravitatoria de la Luna y la presión variable del agua.
El estudio se llevó a cabo en un área del océano Glacial Ártico donde nunca se había observado liberación alguna de gases antes de que los científicos instalaran allí varios piezómetros, aparatos para medir la presión. Sin embargo, sí se sabía que el lecho marino esconde grandes depósitos de hidratos de gas en esta zona, según recogió este martes Earth.com.
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El grado de influencia del metano en el balance de los gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue siendo una incógnita, pero la cantidad total de este gas en el aire ha aumentado enormemente en las últimas décadas. Los investigadores de la Universidad Ártica Noruega, que estuvieron a cargo de este estudio, comparten la opinión de que las emisiones generalmente son causadas por procesos geológicos activos y las características del lecho marino, como fallas, fracturas, volcanes de lodo y respiraderos hidrotermales.
"Es la primera vez que se hace esta observación en el océano Ártico", afirmó el coautor Jochen Knies. "Significa que ligeros cambios de presión pueden liberar cantidades significativas de metano", algo que este geólogo considera como "un cambio de juego y el mayor impacto del estudio".
Otra coautora de la investigación, Andreia Plaza Faverola, destacó que los hidratos se encuentran en los sedimentos a solo un metro de profundidad bajo el lecho y "son vulnerables incluso a cambios leves de presión en la columna de agua". "La marea baja significa menos presión hidrostática y una mayor intensidad de liberación de metano. La marea alta equivale a una presión alta y menor intensidad de la liberación", explicó.
Hipótesis
Las observaciones del equipo permiten apreciar hasta qué punto distintos sistemas de nuestro planeta "están interconectados de maneras que todavía estamos descifrando", según la misma experta. En el Ártico se puso al descubierto una de esas interconexiones: "la Luna provoca las fuerzas de las mareas, las mareas generan cambios de presión y las corrientes del fondo, las cuales, a su vez, dan forma al fondo marino e impactan en las emisiones de metano submarino".
El estudio plantea una hipótesis sobre un efecto beneficioso del calentamiento global y es que un nivel del mar más alto, asociado con este cambio climático, podría reducir las emisiones de metano. Los cálculos del equipo sugieren que en aguas menos profundas la posibilidad de que el metano llegue a la atmósfera es mayor, mientras que una subida en el nivel implica que menos gas escape del fondo y más gases permanezcan disueltos en el mar.
El artículo científico del equipo sobre las mediciones en el Ártico fue publicado la semana pasada.