Los científicos japoneses confesaron el martes que se habían quedado "boquiabiertos" al descubrir la cantidad de partículas que la sonda espacial Hayabusa 2 había recolectado en el asteroide Ryugu y traído a la Tierra.
La nave, lanzada en 2014, recogió partículas del asteroide cuya distancia a la Tierra oscila entre 10 y 350 millones de kilómetros.
Confirmation of the asteroid Ryugu sample collection
by the asteroid explorer, Hayabusa2.https://t.co/qyQOtuaIYi— HAYABUSA2@JAXA (@haya2e_jaxa) December 15, 2020
A principios de diciembre una cápsula de descenso se separó de la sonda y llego al desierto australiano transportando las partículas.
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Los investigadores de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) abrieron el martes el recipiente interno de la cápsula, después de haber encontrado el día anterior una pequeña cantidad de partículas sobre la pared externa del recipiente con las muestras.
The sample container inside the re-entry capsule was opened on December 14, and we confirmed black grains thought to be from Ryugu were inside. This is outside the main chambers, and likely particles attached to the sample catcher entrance. (English release available tomorrow) https://t.co/NAw1R1cjvy pic.twitter.com/5BfXxfH29h
— HAYABUSA2@JAXA (@haya2e_jaxa) December 14, 2020
"Cuando lo abrimos, nos quedamos boquiabiertos. Es más de lo que esperábamos y había tantas muestras que nos quedamos realmente impresionados", dijo Hirotaka Sawada.
"No son sólo partículas minúsculas como el polvo, sino varias muestras de unos pocos milímetros", precisó.
Los científicos esperan que el análisis de estas materias ayudará a comprender el origen de la vida y la formación del sistema solar hace 4.600 millones de años.
Todavía no se ha anunciado si la cantidad recogida es igual, o quizás incluso superior, a los 100 miligramos que esperaban recoger.
La mitad del material recogido se compartirá entre JAXA, la agencia espacial estadounidense NASA y organizaciones internacionales. El resto se conservará para estudios futuros, a medida que avance la tecnología analítica.
Después de entregar su valioso cargamento, la sonda Hayabusa-2 ("Halcón peregrino" en japonés) inició una segunda misión para registrar datos sobre el polvo en el espacio interplanetario.