No sucedía desde hacía más de 800 años, por lo que aconsejamos anotar este evento en la agenda para no perderlo de vista: el poderoso Júpiter y el planeta de los anillos, Saturno, se verán como un planeta doble por primera vez desde la Edad Media.
Aunque las alineaciones planetarias son de por sí bastante raras de observar, esta lo es aún más por la cercanía a la que se verán ambos planetas. Tendríamos que viajar hasta el 4 de marzo de 1226 para ver un escenario idéntico de proximidad entre ambos planetas en el cielo nocturno. Según Informador. es
Lee también: Impresionantes pilares de luz aparecen en el cielo en Rusia
Júpiter y Saturno se están acercando. Justo después de la puesta del sol en la noche del 21 de diciembre de 2020, ambos mundos aparecerán más juntos en el cielo nocturno de lo que lo han estado nunca (al menos no desde la Edad Media, ofreciendo a los apasionados por la astronomía una oportunidad sin igual para dar la bienvenida al solsticio de invierno en el hemisferio norte y al de verano en el hemisferio sur (es la noche más larga del año en el hemisferio Norte y la más corta en el hemisferio Sur).
“En la noche de mayor aproximación, el 21 de diciembre, se verán como un planeta doble, separados por solo 1/5 del diámetro de la luna llena”, comenta el astrónomo Patrick Hartigan de la Universidad Rice de Houston, Texas (EE. UU.). "Para la mayoría de los espectadores de telescopios, cada planeta y varias de sus lunas más grandes serán visibles en el mismo campo de visión esa noche".
Lógicamente, los planetas no estarán físicamente cerca el uno del otro, pero desde nuestro punto de observación, el planeta Tierra, parecerán prácticamente un solo punto de luz brillante para cualquiera que mire hacia el cielo nocturno. Si el cielo está despejado, la alineación planetaria debería ser visible desde casi cualquier lugar de la Tierra, aproximadamente una hora después del atardecer, aunque las mejores condiciones de observación se darán cerca del ecuador
¿Cómo reconocerlos?
Es fácil. Júpiter es más brillante que cualquier estrella; Saturno no es tan centelleante como Júpiter, pero es tan brillante como las que más relucen y resplandece con un color claramente dorado. A diferencia de las estrellas titilantes, Júpiter y Saturno brillan constantemente.