Un equipo internacional de investigadores ha descubierto –en ratones– un mecanismo que consigue inhibir un tipo de leucemia, un hallazgo que podría abrir la puerta en el futuro a una diana terapéutica para combatir esta y otras enfermedades de la sangre.
En la investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista Scientific Reports, han participado científicos de varios centros españoles e italianos, ha informado hoy el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El trabajo ha permitido identificar un mecanismo que inhibe la progresión de un tipo de leucemia -la leucemia linfoblástica aguda de células B-.
Los investigadores han demostrado que cuando una infección inactiva un gen (el PAX5) se produce una mayor producción de una proteína (la IL-6), que a su vez promueve el desarrollo de ese tipo de leucemia.
De tu interés: Egipto: Descubren momias que conservan organos internos y cerebro
Las leucemias linfoblásticas agudas de células B son cánceres de la sangre causados por la pérdida del control sobre la proliferación o la diferenciación en el desarrollo de esas células, que son glóbulos blancos que forman parte del sistema inmunitario adaptativo y segregan anticuerpos para enfrentarse a los patógenos.
La relación entre ese gen (el PAX5) y esa proteína (IL-6) es clave para la correcta formación de la sangre y de las células B, han subrayado los investigadores.
Cuando las células se ven expuestas a infecciones, se puede desencadenar una reacción inflamatoria, y esta puede alterar la relación entre este gen y esta proteína y contribuir, en diferentes etapas, a la progresión de las
“El gen PAX5 es posiblemente uno de los factores de transcripción más importantes necesarios para el correcto desarrollo de las células B, y puede estar involucrado en leucemia linfoblástica aguda de células B en diferentes etapas de la enfermedad”, ha explicado el investigador del CSIC Isidro Sánchez-García, del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC).
En este nuevo modelo desarrollado por los investigadores se ha logrado retardar el inicio de la leucemia de células B al regular la citada proteína en los ratones de experimentación, y además, al inhibir esa proteína en ratones que ya tienen leucemia linfoblástica, esas células leucémicas desaparecen, ha indicado el investigador.
Junto al grupo de Isidro Sánchez-García, del Centro de Investigación del Cáncer (CIC-IBMCC), en el estudio han trabajado los laboratorios dirigidos por César Cobaleda del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid); Carolina Vicente Dueñas del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca ; y Gianni Cazzaniga, de la Universidad de Milán.