Al comienzo confundieron su canto con el susurro del viento, pero la ciencia se maravilló al descubrir que se trataba del contratenor de las aves: un colibrí con un sonido único que habita en los páramos de Ecuador.
Conocida comúnmente como Estrellita Ecuatoriana, esta especie de 14 centímetros de altura tiene el canto más agudo entre los pájaros.
El Oreotrochilus chimborazo canta con una frecuencia fundamental de 13,4 kilohertzios (kHz) y alcanza notas de hasta 16 kHz, según un estudio divulgado en julio en la revista Science Advances.
Te puede interesar: Hallan seis ejemplares del "sapito de cuatro ojos" en Chile
"La frecuencia fundamental es importante porque nos muestra la frecuencia a la que vibra la siringe, lo que es el equivalente a nuestra laringe, que es la que produce el sonido", explica a la AFP Fernanda Duque, neurocientífica ecuatoriana de la Universidad Estatal de Georgia, en Estados Unidos, y autora del artículo
"Pero es raro escuchar un canto que esté exclusivamente por encima de los diez y por esto estas vocalizaciones son importantes", explica.
Además, la Estrellita Ecuatoriana es el único colibrí que puede vivir a 5.200 metros de altura.
Este tipo de aves desafían el frío extremo de los páramos de Ecuador, un ecosistema vital que actúa como una esponja que retiene agua. El país cuenta con unas 130 variedades de colibríes, el 40% de las 300 registradas en América, el único continente donde habitan.
Los machos de la especie Oreotrochilus chimborazo emiten un canto tan alto que puede superar el sonido que hace el viento al chocar contra el pajonal y las plantas de chuquiragua, su alimento predilecto. Carlos Rodríguez, de 33 años y quien estudia la evolución del canto de aves en la Universidad de Texas, Estados Unidos, identificó el canto de esta especie de colibrí.
Junto a su esposa, Fernanda Duque, llevaron a cabo el estudio que determinó las características únicas de este animal.
"Yo escuché esta vocalización, pero entonces ni siquiera se me ocurrió que pudo haber sido el canto de un ave. Para mí, se escuchaba como el susurro del viento en el pajonal", recuerda el científico ecuatoriano.
Incrédulo, pensó incluso que podía tratarse del zumbido de un insecto. "Pero empecé a ver que siempre que escuchaba eso veía al colibrí", relata a la AFP Rodríguez.
Cuando la Estrellita canta "suena como un susurro, como un 'sssss' y en realidad dentro de los sonidos que nosotros estamos acostumbrados a escuchar los susurros son los que tienen frecuencias más altas, más altas que los silbidos", dice.
Esos colores y el canto son su atractivo
"Este canto existe con esa función de comunicarse en contextos sociales específicos que son la defensa territorial y el cortejo", explica Duque, quien notó que los machos lo entonaban mientras permanecían suspendidos frente a las hembras.
La investigadora además identificó que machos y hembras de Oreotrochilus chimborazo viven en territorios distintos y que solo los machos realizan este canto, que es más complejo que otras vocalizaciones que puede realizar la especie.
Estas aves lo usan también para defender su espacio. "Tienden a tener comportamientos agresivos. Empiezan a buscar de dónde viene el sonido con cosas como mover la cabeza, estirar el cuerpo y empezar a acercarse a la fuente del sonido. Algunos atacan el parlante", señala.