Una bacteria podría sobrevivir a un viaje interplanetario, según estudio

ciencia

¿Qué pasaría si los microbios pudieran desplazarse a través de la inmensidad del espacio como el polen en el viento, plantando las semillas de la vida en planetas tanto lejanos como amplios? ¿Es así como empezó la vida en nuestro propio planeta? ¿Es posible un viaje así? 

Una bacteria sobrevivió tres años en el espacio durante un estudio realizado a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), lo que sugiere que formas de vida simples podrían viajar de un planeta a otro, indicaron el miércoles científicos japoneses.

 

ciencia, espacio, bacteria, estacion espacial, panspermia, deinococcus radiodurans

 

Lee también: Rusia pone por primera vez su satélite meteorológico sobre el Atlántico

Teoría de la panspermia

Este descubrimiento apoya la teoría de la panspermia, según la cual microorganismos podrían transportar vida entre planetas, según los autores del estudio.

Para probar esta hipótesis, los investigadores japoneses depositaron una bacteria, llamada 'Deinococcus radiodurans', en el exterior de la ISS, a una altitud de 400 kilómetros.

A pesar de un ambiente extremo, con una fuerte exposición a rayos ultravioletas, y amplios rangos de temperatura, la bacteria sobrevivió tres años.

"Sabía que sobreviviría tras diversos estudios en laboratorio, pero cuando volvió con vida, me sentí aliviado", declaró a la AFP el autor del estudio, Akihiko Yamagishi, profesor emérito en la universidad de farmacia y ciencias de la vida de Tokio.

 

ciencia, espacio, bacteria, estacion espacial, panspermia, deinococcus radiodurans

 

"Todo el mundo cree que el origen de la vida se encuentra en la Tierra, pero nuevos hallazgos indican que la vida también podría haber comenzado en otros planetas", añadió el profesor.

Bacterias habrían podido hacer el viaje hasta la Tierra en una roca expulsada desde Marte por una colision en una época en la que habría existido una forma simple de vida microbiana en el planeta rojo.

La universidad y su equipo, cuyo estudio fue publicado por la revista Frontiers in Microbiology, esperan realizar otros trabajos similares en los que expongan bacterias a radiaciones aún mayores.