Arqueólogos israelíes han descubierto un taller de jabón de hace 1.300 años, que creen es el más antiguo de la zona y que dicen «permitirá recrear el proceso tradicional de producción» que se utilizaba entonces.
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El descubrimiento tuvo lugar en una excavación en la ciudad de Rahat, de población mayormente beduina y ubicada en el Neguev, en el sur de Israel.
Según la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), que gestiona la exploración, además del taller de jabón se descubrieron restos de juegos de mesa comunes en la época.
El sitio del hallazgo es una antigua casa del período islámico (hace unos 1.300 años), perteneciente a una familia rica.
Allí, los investigadores recogieron muestras que creen les permitirán identificar los materiales utilizados durante la producción del jabón, una importante industria en la región desde la Edad Media hasta comienzos del siglo XX.
Posteriores al periodo Otomano
Generalmente, el proceso consistía en mezclar aceite de oliva con las cenizas producidas por la quema de plantas salsola soda (salicor), que contienen potasa y agua. La mezcla era cocinada durante aproximadamente siete días, después de lo cual el material líquido se transfería a una piscina poco profunda, donde el jabón se endurecía durante unos diez días hasta poder cortarse en barras. Luego estas eran apiladas para un secado adicional y se dejaban reposar durante dos meses más, tras los que el jabón estaba listo.
«Conocíamos talleres de jabón descubiertos en Jerusalén, en Nablus, Jaffa y en Gaza, pero son muy posteriores, del periodo Otomano», señaló la doctora Elana Kogen Zehavi, directora de la excavación, que agregó que por eso este hallazgo es «único». EFE