Un grupo de científicos estadounidenses que experimentaba con manganeso descubrió 'accidentalmente' una bacteria que come metales.
Dos microbiólogos ambientales del Instituto de Tecnología de California o Caltech, en Pasadena, dejaron a remojo en el lavadero una jarra cubierta de carbonato de manganeso, un compuesto de color rosa metálico, y diez semanas después descubrieron que el contenido había sido reemplazado por una nueva sustancia, oscura y crujiente.
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Un estudio posterior, publicado el pasado 15 de julio en la revista Nature, reveló que dos nuevas especies de bacterias fueron las responsables de este cambio. Bautizadas provisionalmente como Candidatus Manganitrophus nodulliformans y Ramlicbacter lithotrophicus, estas bacterias son capaces de tomar prestados electrones de metales como el manganeso y usarlos como combustible para su crecimiento.
"Estas son las primeras bacterias que utilizan manganeso como fuente de combustible", indicó Jared Leadbetter, profesor en Caltech. "Un aspecto maravilloso de los microbios en la naturaleza es que pueden metabolizar materiales aparentemente poco probables, como los metales, produciendo energía útil para la célula", añadió, informó la agencia RT.