Aunque aún no se ha encontrado el origen exacto del coronavirus, existe la idea de que todo empezó a causa de los murciélagos. Un nuevo estudio chino y australiano ha analizado los genomas de diversos virus de murciélagos, y sus conclusiones parecen confirmar las teorías: en ellos han encontrado un virus de la familia del SARS-CoV-2.
Los murciélagos analizados por los investigadores portaban el virus RmYN02. Este tiene propiedades comunes con el coronavirus que ha causado la pandemia mundial, y más concretamente, las inserciones de aminoácidos.
Se trata de la inserción S1/S2, presente en todos los SARS-CoV-2 secuenciados hasta ahora. No obstante, las inserciones S1/S2 del virus investigado difieren de las inserciones presentes en el SARS-CoV-2, lo que apunta a que uno y otro virus son el resultado de eventos independientes.
"Desde el descubrimiento del SARS-CoV-2, ha habido especulaciones infundadas de que el virus es de origen artificial. En particular, se señaló que la inserción S1/S2 es muy inusual y puede indicar manipulaciones de laboratorio. Nuestro artículo muestra claramente que tales eventos ocurren naturalmente en la naturaleza", sostiene el autor principal del estudio, Weifeng Shi, director y profesor del Instituto de Biología Patogénica de la Primera Escuela de Medicina de la Universidad Cristiana de Shandong.
Lee también: "2020 podría ser el invierno más oscuro", así lo destacan expertos
Para elaborar esta investigación, los autores analizaron 227 muestras de virus de murciélagos recogidas en la provincia china de Yunnan de mayo a octubre de 2019, incluso antes de la aparición del SARS-CoV-2.
El RmYN02 está muy estrechamente relacionado con el SARS-CoV-2, llegando a coincidir el ARN de ambos hasta en un 97,2%. Afortunadamente, es poco probable que el RmYN02 represente un peligro para los humanos.
¿Natural o artificial? Biólogos confirman el origen del coronavirus
?? https://t.co/YpwOR6zga3#? #COVID2019 #coronavirus#QuédateEnCasa pic.twitter.com/Ea7yCNhlb6
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) May 13, 2020
"Nuestro trabajo arroja más luz sobre el origen evolutivo del SARS-CoV-2. El RmYN02 no es el precursor directo del SARS-CoV-2 porque todavía existe una brecha evolutiva entre estos virus", añade Shi.