La sonda europea Solar Orbiter ya va camino del Sol, del que tomará las primeras imágenes de sus regiones polares, además de estudiar y tratar de predecir su comportamiento y sus efectos en la Tierra, para lo que se acercará a solo 42 millones de kilómetros.
Pasaban tres minutos de las once de la noche en Florida (04.03 GMT) cuando el horizonte de la mítica base de Cabo Cañaveral se iluminó con el gran fogonazo que salía de los motores del cohete Atlas V que dio a la sonda su primer empujón hacia el Sol, aunque para llegar a su órbita definitiva, dentro de dos años, contará con la ayuda de la gravedad de Venus y la Tierra.
Liftoff for @ESASolarOrbiter ESA's mission to face the Sun up close.
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— ESA (@esa) February 10, 2020
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Un despegue que combinó la oscuridad de la noche con una nivea luna llena hacia la que se dirigió el cohete en una trayectoria curva para crear uno de los despegues más hermosos que recordaban algunos de los responsables de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El Solar Orbiter ya viaja hacia el Sol, aunque le quedan años de camino #Ciencia #Espacio | por @Wicho https://t.co/Iq8YSQccVX pic.twitter.com/yhldN0M9fS
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El director científico de la ESA, Gunter Hasinger, dijo a Efe tras el despegue que fue "maravilloso", el cohete "fue directamente hacia la Luna, parecía que viajaba a la Luna", agregó con una gran sonrisa.
Here is a clip I took of the launch of @ESASolarOrbiter from Banana Creek at Kennedy Space Center. There are no words to describe this other than WOW ????? #SolarOrbiter #WeAreAllSolarOrbiters pic.twitter.com/yjUAC4ip7l
— Dr Steph Yardley? (@slyardley) February 10, 2020
El espectáculo fue "superestético" según el jefe de la Oficina de Coordinación de la ESA, Fabio Favata, quien aseguró que "ha sido el lanzamiento más lindo" que haya visto nunca, parecía "una película".
A los 57 minutos del despegue, Solar Orbiter mandó su primera señal a Tierra y poco después desplegó sus paneles solares, empezando así su viaje.
?? Despega la misión Solar Orbiter para descubrir los polos del sol #Ciencia #Nekunihttps://t.co/uOnlkMJ9si pic.twitter.com/om8Zy4Cl7c
— Canarias Ahora (@Cahora) February 10, 2020
Objetivo del Solar Orbiter
Solar Orbiter, una misión de la ESA con colaboración de la NASA, será la primera en estudiar las regiones polares y en hacer observaciones simultáneas del astro y de lo que sucede alrededor de la sonda, acercándose al Sol todo lo que permite la tecnología para que no se dañen su telescopios.
Liftoff!
A United Launch Alliance Atlas V rocket streaks to orbit, launching the European Space Agency’s Solar Orbiter from Cape Canaveral at 11:03pm this evening. pic.twitter.com/NUglbxVTcj
— John Kraus ? (@johnkrausphotos) February 10, 2020
Así intentará dar respuesta a cómo se crea la heliosfera -la burbuja magnetizada que envuelve el Sistema Solar- cómo surge y se acelerar el viento solar -una corriente de partículas energéticas (principalmente protones y electrones)-.
Además buscará dar respuesta a cuál es el origen del campo magnético, responsable de toda la actividad del sol y que pasa por ciclos de once años cuyo funcionamiento se desconoce, y cómo todo ello influye en la meteorología espacial que afecta a la Tierra.
"Este es el final de un largo camino y ahora se abre un excitante futuro", señaló a el responsable del proyecto científico por parte de la ESA, Daniel Müler.
Lanzado el Solar Orbiter – https://t.co/hMKtBiVozE pic.twitter.com/C6Z1z2X9yV
— InfoMediático (@InfoMediatico) February 10, 2020
Solar Orbiter, o Black Bird (pájaro negro) como lo llama el equipo, es un cubo de unos tres metros y 1.730 kilos, equipado con diez instrumentos, seis paneles solares, cuatro antenas y un mástil. Esa es la ciencia que necesita para mirar a la cara a todo un gigante, dentro del cual caben 1,3 millones de tierras.
Lejos de su apacible apariencia cuando se mira desde aquí, el Sol desarrolla una actividad frenética: emite constantemente un viento de partículas energéticas, produce erupciones, eyecciones y tormentas que pueden llegar a nuestro planeta y dañar la tecnología.
LIVE NOW: #SolarOrbiter, an @ESA and NASA collaboration, is set for its journey to the Sun! Tune in to see liftoff of this mission that will provide the first-ever images of the Sun’s poles: https://t.co/W3wMEfPxvB
— NASA (@NASA) February 10, 2020
Comprender el Sol
Comprender la física del Sol ayudará a predecir fenómenos meteorológicos espaciales como las tormentas solares y minimizar sus efectos en los satélites, las redes de telecomunicaciones, las eléctricas y de GPS, así como proteger a los astronautas de la Estación Espacial y a aquellos que en breve volverán a la Luna.
Para ver y fotografiar las regiones polares, donde se producen importantes fenómenos para entender el mecanismo magnético de la estrella, adoptará una órbita única, 32 grados por encima de la elíptica -el plano en el que giran los planetas-, que le llevará a 42 millones de kilómetros del astro, incluso más cerca que Mecurio.
Éxito del lanzamiento de la misión Solar Orbiter https://t.co/CNE90VMOAu pic.twitter.com/FTrpY3heNr
— Europa Press TV (@europapress_tv) February 10, 2020
Sin embargo, no será quien más se acerque al Sol, ese honor es para Solar Parker Probe de la Nasa, que un día se situará a seis millones de kilómetros, pero la sonda estadounidense no lleva cámaras para ver la estrella, por lo que Solar Orbiter le "prestará sus ojos" y, con los datos combinados de ambas, se hará más ciencia.
De todas formas, llegar a 42 millones de kilómetros del Sol supone sobrevivir en un ambiente altamente hostil, a más de 500 grados y con elevados niveles de radiación, lo que ha sido uno de los grandes retos a afrontar en esta misión.
After @ESASolarOrbiter, @ESA’s next mission observing the Sun will not be one spacecraft but two: the double satellites of Proba-3 will fly in formation to cast an artificial solar eclipse, giving a sustained view of the Sun’s ghostly corona #SolarOrbiter https://t.co/nE9FQmtoJR pic.twitter.com/yzelhpFXQS
— ESA Technology (@ESA_Tech) February 10, 2020
La sonda se protegerá tras un escudo único en su género, que incorpora ventanas para sus telescopios, hecho de titanio, carbono y aluminio y recubierto de una nueva sustancia llamada SolarBlack, a base de fosfato de calcio que protege del calor y es resistente a la radiación.
Otra de las novedades es que estudiará el Sol y la heliosfera como un único sistema, combinando la observación remota de la estrella con las medidas que tomará de viento solar y el medio que la rodea, para entender lo qué pasa a su alrededor y cual es su causa en la estrella.
#TBT when #SolarOrbiter set off for the Sun ? https://t.co/kPt1r0MU4c
— ESA Operations (@esaoperations) February 10, 2020
Para ello "Black Bird" (pájaro negro) como le llama el equipo, cuenta con diez instrumentos, que incorporan seis telescopios y 27 sensores, cuatro de ellos para estudiar el ambiente alrededor de la sonda y seis destinados a observar el Sol.
Todos ellos funciona, según dijo a Efe Daniel Muler, responsable del proyecto científico de Solar Orbiter, "como una orquesta, de manera coordinada, cada instrumento toca su parte y todos interpretan la sinfonía del Sol".