El nivel de oxígeno de los océanos de nuestro planeta está disminuyendo a un ritmo sin precedentes por culpa del cambio climático, según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN o IUCN, por sus siglas en inglés) presentado este sábado en la conferencia anual de la ONU dedicada a esa cuestión, la COP25, que se celebra entre el 2 y el 15 de diciembre en Madrid (España).
El documento detalla que el nivel de oxígeno de los océanos ha disminuido alrededor de un 2% desde la década de 1950, mientras que el volumen de agua completamente sin oxígeno se ha cuadruplicado desde los años sesenta del siglo pasado.
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De acuerdo con la UICN, hace sesenta años solo 45 zonas oceánicas sufrían bajos niveles de oxígeno, cifra que llegó a 700 en 2011. Asimismo, el organismo asegura que aproximadamente la mitad de la pérdida de oxígeno en la parte superior de los océanos es el resultado del aumento de la temperatura global.
Los expertos predicen que el cambio climático y la descarga de nutrientes causará una disminución de entre el tres y el cuatro por ciento de los niveles de oxígeno de los océanos de nuestro planeta para 2100 si no se toman cartas en el asunto para cambiar la actual situación. A su vez, este fenómeno produce gases de efecto invernadero que terminan en la atmósfera.
"A medida que por el calentamiento del océano se pierde oxígeno, el delicado equilibrio de la vida marina se ve desorganizado", explicó en un comunicado el director general interino de la UICN, Grethel Aguilar. "Esta es quizás la última llamada de atención del experimento que la humanidad está desatando en el océano mundial a medida que las emisiones de carbono continúan aumentando", añadió Dan Laffoley, asesor principal de ciencia y conservación marina de ese organismo internacional y coautor del informe.
Los investigadores creen que las dos causas principales de desoxigenación son el calentamiento del océano por la quema de combustibles fósiles y el crecimiento excesivo de algas debido a los fertilizantes en las vías de navegación, las aguas residuales y los deshechos animales.
"Es hora de poner la desoxigenación del océano entre nuestras principales prioridades para restaurar la salud del océano", indicó Isabella Lövin, viceprimera ministra de Suecia. Por su parte, la directora del programa mundial marino y polar de la UICN, Minna Epps, dijo que este fenómeno se traducirá en "la pérdida de hábitat y biodiversidad", al mismo tiempo que "cambiará la energía y el ciclo bioquímico de los océanos".