Cómo saber si tu gato está sintiendo dolor

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Como los gatos no son capaces de expresar sus sentimientos con palabras, muchas veces no sabes si se encuentran bien o mal. Su expresión facial podría darnos una pista sobre su estado, según una reciente investigación.

Un grupo de científicos europeos dirigido por la especialista en ciencia bioveterinaria de la Universidad de Chester (Reino Unido) Krista McLennan comenzó a estudiar sistemáticamente los morros de varios animales domésticos con el objetivo de entender cómo reaccionan sus rostros cuando sienten dolor. Utilizaron para ello una escala de muecas.

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Dichas escalas consistían en una serie de imágenes que mostraban cómo cambiaban las expresiones faciales cuando los animales experimentaban dolor moderado, dolor severo o ningún tipo de estímulo. Al principio del estudio todos los experimentos se realizaban con ratones, pero posteriormente se amplió el abanico de animales domésticos estudiados hasta desarrollar escalas similares para caballos, conejos, hurones, lechones, ovejas, ratas y gatos.

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Diferentes señales

Los hocicos de muchas de estas especies parecen cambiar de manera similar cuando sufren dolor. Por ejemplo, sus ojos se entrecierran, la tensión se nota en la nariz, en la boca y en las mejillas, y sus orejas se aplastan un poco o se estiran hacia atrás.

Sin embargo, como los antepasados más cercanos de los gatos una amplia variedad de gatos salvajes son solitarios, territoriales y son presa de mamíferos más grandes, los felinos domésticos tienden a ocultar sus sentimientos para no revelar sus debilidades. Muchos gatos pueden resultar callados, pueden esconderse o incluso seguir con su vida normal. Por lo tanto, sus expresiones son sutiles y pueden ser difíciles de identificar por los humanos.

Estas son las pistas de que tu gato o gata no se siente bien:

Las orejas se encogen y se distancian entre sí.

Las zonas de la boca y de las mejillas se hacen más pequeñas y se acercan más al hocico y hacia los ojos.

Los ojos se entrecierran ligeramente o se vuelven un poco bizcos.

Sutiles diferencias en la forma de las orejas del gato, con la oreja derecha un poco más estrecha.