Un tiburón blanco de casi cuatro metros de largo y aproximadamente 530 kilogramos de peso con profundas heridas por mordeduras en la cabeza infligidas por otros depredadores marinos incluso de mayor tamaño fue hallado en las aguas del Atlántico Norte frente a las costas de Nueva York, EE.UU.
El ejemplar fue capturado este mes de octubre por miembros de OCEARCH, una organización sin ánimo de lucro formada por científicos y marineros que recorren los mares en su laboratorio flotante y que capturan tiburones y otros animales marinos para medirlos, etiquetarlos con dispositivos rastreadores y estudiar luego sus movimientos en tiempo real.
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Los expertos estiman que el ejemplar pudo haber sido atacado por otro tiburón de mayores proporciones.
El tiburón, apodado Vimy, presentaba dos marcas de mandíbulas en su cabeza. La primera ya había cicatrizado casi por completo, mientras que la otra era reciente.
"Estaba claro que algo le agarró la cabeza entera", expresó Chris Fischer, el presidente fundador de OCEARCH, citado por The Charlotte Observer. Y añadió que lo más probable es que Vimy haya sido mordido por otro tiburón.
El más pequeño del grupo
En opinión de Fisher, el ataque pudo haber ocurrido mientras Vimy competía con otros machos por una hembra o al intentar aparearse con un ejemplar más grande, que respondió lastimándolo con los dientes. Aunque también pudo haber provocado la reacción agresiva de otro tiburón al interrumpirlo mientras devoraba a una presa.
"Encontramos a tres machos en el mismo lugar y los otros dos presentaban muestras viables de semen", de modo que "quizás Vimy simplemente era el muchacho pequeño del grupo", expresó Fischer. Y añadió: "Efectivamente sabemos que el apareamiento entre tiburones es muy violento", que los tiburones "se muerdan entre ellos en la cabeza no es algo nuevo, esto es una parte cotidiana de su vida".