Hace más de 500 años, a mediados del siglo XV, los restos de esta niña de aproximadamente ocho años fueron enterrados en una tumba de piedra de forma cilíndrica, conocida como "chullpa", al sur de la actual ciudad de La Paz. Cuando fue sepultada, probablemente los españoles todavía no habían llegado a América.
La ñusta pudo haber sido miembro de los pacajes, reino aymara del sur del lago Titicaca que en el siglo XV vivía bajo dominio inca, le explica David Trigo, el director del Museo Nacional de Arqueología de Bolivia, a BBC Mundo.
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La niña inca está sentada como si estuviera a punto de hablar. A ambos lados de su rostro dos trenzas negras dan la impresión de que acaban de ser tejidas y sus manos -aún con rastros de piel y uñas- sostienen pequeñas plumas.https://t.co/0TiDULNybt
— Min Culturas Bolivia (@CulturasBolivia) August 21, 2019
Esta momia tiene características tanto de la cultura pacajes como de la inca. La postura en genuflexión es muy parecida a la de otras momias incas. El estilo de la textilería (que es de camélidos) podría ser inca, pero la momificación es más característica de los pacajes. Asi lo publicó BBC
"Esta momia es importante para nosotros porque no hay mucha información en Bolivia sobre las momias de estas culturas, ya que muchas fueron destruidas", dice Trigo. En cambio, los restos de la ñusta sí se mantuvieron a salvo todo este tiempo, pero muy lejos de casa.
Donación a EE.UU
En el siglo XV, la menor fue enterrada junto con varios objetos como " una pequeña jarra de arcilla, sandalias, cuentas, plumas y varios tipos de plantas como maíz, frijoles y coca", escribe William Lovis, el profesor emérito de antropología de la Universidad del Estado de Michigan que dirigió la repatriación de la momia a Bolivia.
Tras ser descubierta y desenterrada en el siglo XIX, el entonces cónsul de EE.UU. en Chile, William B. McCreery, donó la momia al Museo de la MSU en 1890.
La momia dejó de exhibirse, pero permaneció guardada en el Museo de la MSU durante más de 30 años.
El profesor Lovis intentó despertar el interés de los investigadores para que estudiaran a la ñusta, pero no lo consiguió. Ante eso, impulsó que el museo iniciara las gestiones de repatriación en 2016.
La ñusta fue trasladada de Michigan a la embajada de Bolivia en Washington en enero de 2019 y finalmente pudo volver a casa a inicios de agosto.
Pero Michigan no ha olvidado a la momia, según el profesor Lovis. "La gente todavía pregunta por su paradero", cuenta en su blog