Hallan una criatura que come piedra y la reduce a arena

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Los teredos, moluscos conocidos también como 'bromas', normalmente se alimentan de madera y por eso representaban en el pasado un problema para los cascos de las naves, cuando se los construía de ese material. Ahora el asunto puede haber variado: los biólogos encontraron en Filipinas una especie de ese mismo orden que tiene una dieta diferente: come piedras.

El otro lado del descubrimiento es que excreta arena tras digerir la materia rocosa. Los científicos pudieron apreciarlo al poner algunos especímenes en un acuario.

Se trata de un molusco vermiforme, bautizado Lithoredo abatanica, explica un artículo publicado este 19 de junio en la revista Proceedings of the Royal Society B. Su hábitat no son las aguas del mar sino las fluviales, y en específico las de la isla filipina de Bohol. Concretamente, todos los ejemplares fueron desenterrados del fondo del río Abatan, del que obtuvo su nombre.

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Según las conclusiones de esta primera investigación, la previamente desconocida 'broma' penetra en la piedra caliza royéndola e ingiríendola, para luego acumularla en sus entrañas y finalmente expulsarla en forma de partículas de grano fino. "Esta estrategia de cavar la roca por ingestión, según nuestro conocimiento, es única en el reino animal", afirman los autores.

Las bromas marinas recurren a la ayuda de bacterias simbióticas que viven en sus branquias. Esos microorganismos producen algunas encimas para digerir madera. Dentro de las criaturas filipinas también había bacterias, pero no relacionadas con las halladas previamente en otras especies de esa familia.

Para llevar a cabo algunas pruebas y disecciones, los investigadores extrajeron varios ejemplares de sus madrigueras en la caliza. Al igual que sus parientes marinos, tienen cuerpos blancos y translúcidos, pero su anatomía difiere en un punto clave: falta el ciego, un órgano utilizado por las bromas conocidas para la digestión.

Hábito inusual

Los especialistas no han podido resolver una incógnita: qué nutrientes extraen estos moluscos de la roca al comerla.

"Sugerimos que este hábito inusual es consecuencia del hecho de que esta especie haya evolucionado a partir de un antepasado que se alimentaba de madera", estimó el grupo. "Sin embargo, sigue siendo una pregunta abierta si la L. abatanica obtiene algún grado de sustento de la piedra caliza o si la roca ingerida puede contribuir de otras maneras a su nutrición".

A continuación los autores supusieron que al animal posiblemente le resulte así más fácil moler el plancton u otras criaturas flotantes en el agua, de la misma forma en que las piedrecillas presentes en la molleja ayudan a las aves a descomponer los alimentos que hayan tragado enteros.