¿Aún cree que los brazos cruzados son una señal de que se está ocultando algo? El experto en lenguaje corporal Joe Navarro desmonta este y otros mitos y revela las pistas reales que utilizan los investigadores.
Joe Navarro, un exagente especial del FBI que se dedicó durante gran parte de sus 25 años de carrera a detectar espías, ha explicado al portal Wired algunas de las técnicas que utiliza la agencia para analizar la comunicación no verbal.
De entrada, Navarro desmonta algunos mitos relacionados con el lenguaje corporal, como la idea de que cruzar los brazos es una señal de que uno está mintiendo u ocultando algo. Según el experto, esta idea es un "disparate", pues en realidad se trata de un simple comportamiento "tranquilizante", al igual que aclarar la garganta, tocarse la nariz o cubrirse la boca.
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En la misma línea, mirar hacia uno u otro lado "ciertamente no es indicio de engaño", sino de que la persona simplemente está procesando una información, desvela Navarro, quien subraya que "nosotros los humanos somos malos en detectar el engaño".
Pistas reales
Por otro lado, el exagente revela algunas de las pistas reales que suelen analizar los investigadores. Resulta que casi cualquier parte de nuestro cuerpo puede ser una fuente de información útil, según se desprende de sus explicaciones:
El pelo. El experto afirma que es la primera parte del cuerpo a la que presta atención, fijándose, por ejemplo, en si se ve sano y arreglado.
La frente a menudo revela estrés y las experiencias por las que ha pasado alguien durante la vida.
Los ojos. El investigador se fija en si están rojos o si el interlocutor no ha descansado lo suficiente. Además, indica que la pequeña área entre los ojos es la primera que revela información sobre una persona.
La nariz. Navarro recuerda que muchas veces cuando no nos gusta algo arrugamos la nariz.
Los labios. Tendemos a apretarlos o chuparlos cuando algo nos preocupa.
Las mejillas y la mandíbula. Si uno frota su lengua contra el interior de la mejilla e intenta ocultarlo, quiere decir que "está tratando de realizar algún tipo de manejo de la percepción, y si lo está haciendo, quiero saber por qué", detalla el experto.
El cuello. La inclinación de la cabeza puede indicar si la persona está relajada o tiene algún problema.
Los hombros. Navarro apunta que si le preguntas a alguien algo que no sabe, subirá los dos hombros de manera muy rápida.
Las manos y los dedos.
Cuando algo nos preocupa, tendemos a poner rígidos dedos, entrelazarlos y mover nuestras manos hacia atrás y adelante muy lentamente, entre otras señales.
Las piernas. Si alguien se frota las piernas con las manos, también es para tranquilizarse.
Los pies. Si haces una pregunta a una persona y de repente sus pies se cruzan, tal vez se sienta "un poco amenazada por la pregunta", comenta el exagente.