De acuerdo con un reciente estudio, publicado en PlosOne, más de una cuarta parte de las personas que meditan habitualmente, han tenido una experiencia psicológica “particularmente desagradable” relacionada con esta práctica, incluidos sentimientos de miedo y emociones distorsionadas.
La investigación, liderada por Marco Schlosser, se basó en una encuesta internacional a 1.232 personas que tenían al menos dos meses de experiencia en meditación y encontró que las participantes femeninas y aquellas con una creencia religiosa tenían menos probabilidades de haber tenido una experiencia "particularmente desagradable".
“Estos hallazgos – explica Schlosser – apuntan a la importancia de ampliar la comprensión pública y científica de la meditación más allá de la de una técnica que promueve la salud. Se sabe muy poco sobre por qué, cuándo y cómo pueden surgir esas dificultades relacionadas con la meditación, pero ocurren y ahora es necesaria más investigación para comprender la naturaleza de estas experiencias”.
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El estudio surgió a partir de un creciente número de informes de investigación y estudios de casos que indican que pueden ocurrir experiencias psicológicamente desagradables durante la práctica meditativa. De hecho, algunos textos budistas tradicionales también hacen referencia a vívidos relatos de experiencias similares. Sin embargo, se sabe muy poco acerca de la prevalencia de estas experiencias.
De los 1.232 participantes, el 25.6% indicó que previamente se habían encontrado con experiencias particularmente desagradables relacionadas con la meditación. Ente los participantes masculinos, 28.5%, experimentaron una experiencia desagradable, en comparación con el 23% de las participantes femeninas.
Las cifras también eran diferentes en aquellos que habían participado de un retiro y señalaban experiencias desagradables (un 29%) y aquellos que no (un 19%).
“La mayoría de las investigaciones sobre meditación – concluye Schlosser – se han centrado en sus beneficios, sin embargo es necesario ampliar el rango de experiencias meditativas estudiadas por los científicos. Es importante en este punto no sacar conclusiones prematuras sobre los posibles efectos negativos de la meditación. Los estudios longitudinales ayudarán a saber cuándo, para quién y en qué circunstancias surgen estas experiencias desagradables y si pueden tener efectos a largo plazo”.