El equipo del consorcio SpaceIL, que diseñó Beresheet, explicó que una "falla técnica" causó el apagón de uno de los motores de la sonda, lo que la envió a su destino final a una velocidad de 500 kilómetros por hora.
"La información técnica preliminar recopilada por los equipos muestra que el primer problema técnico ocurrió a 14 kilómetros de la Luna. A 150 metros, cuando se perdió la conexión con Beresheet, se desplazaba a 500 kilómetros por hora, lo que hacía inevitable una colisión", tuiteó la organización sin fines de lucro fundada con el objetivo de enviar la primera sonda espacial israelí a la Luna.
"Nuestros ingenieros piensan que una falla técnica en uno de los componentes provocó que el motor principal se apagara, lo que imposibilita la desaceleración del descenso de la nave. Para cuando se reinició el motor, su velocidad era demasiado alta para alunizar correctamente", concluyeron los especialistas.
Our engineers think that a technical glitch in one of the components caused the main engine to shut down – making it impossible to slow the spacecraft’s descent. By the time the engine was restarted its velocity was too high to land properly. #Beresheet #SpaceIL #IsraelToTheMoon
— Israel To The Moon (@TeamSpaceIL) April 12, 2019
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La sonda israelí Beresheet, que ingresó este 5 de abril en la órbita de la Luna, no logró alunizar en la superficie de nuestro satélite. Este jueves, el centro de mando perdió la comunicación con la sonda después de que empezara su maniobra para posarse en la superficie lunar.
Antes del accidente —cuando se encontraba 22 kilómetros por encima de la Luna—, la sonda logró sin embargo enviar a la Tierra una imagen, que se convirtió en su último 'selfie' y en el que aparece cerca de su destino.
La Beresheet fue lanzada hace seis semanas a bordo del cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk. La sonda voló 6,5 millones de kilómetros, alcanzando velocidades de hasta 36.000 kilómetros por hora.