La nave espacial israelí Beresheet, que ingresó este 5 de abril en la órbita de la Luna, no ha logrado alunizar en la superficie de nuestro satélite. Este 11 de abril, el centro de mando ha perdido la comunicación con la sonda después de que empezara su maniobra para posarse en la superficie lunar.
Uno de los responsables de esta misión ha confirmado que el motor principal de la sonda falló, tras lo cual la nave perdió el contacto con el centro de mando en Israel. La nave israelí descendía demasiado rápido, a 134 metros por segundo y se estrelló contra la superficie lunar.
It looks like the #beresheet lander (the first private lander trying to land on the moon) hit the surface going 134 m/s (wayyyyyy too fast) after its main engine cut out around 10 km in altitude ? pic.twitter.com/4cOlez7Fby
— Everyday Astronaut (@Erdayastronaut) April 11, 2019
De acuerdo con el plan de vuelo, el alunizaje debería haber durado aproximadamente 17 minutos. En caso de éxito, Israel se convertiría en el cuarto país en alcanzar la superficie de Luna, después de la URSS, Estados Unidos y China.
Te interesa: Katie Bouman, responsable de la imagen del agujero negro
Una de las últimas fotografías de la sonda Beresheet fue tomada cuando se encontraba 22.000 metros sobre la Luna.
22 kilometers from the Moon! #IsraelToTheMoon #SpaceIL #Beresheet pic.twitter.com/uw1wAFmt0S
— Israel To The Moon (@TeamSpaceIL) April 11, 2019
La Beresheet fue lanzada hace seis semanas a bordo del cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk. La sonda voló 6,5 millones de kilómetros, alcanzando velocidades de hasta 36.000 kilómetros por hora.
El costo de la planificación y la construcción de la Beresheet, diseñada por el consorcio SpaceIL, fue de 100 millones de dólares, y la mayor parte de la contribución provino de donantes privados, aunque en el proyecto también participan entidades gubernamentales, académicas y empresas.
Después del accidente de la sonda, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que se encontraba en el centro de mando, preguntó a los responsables de la misión: "¿Cuánto tiempo tomará fabricar otra nave espacial?". Le contestaron que estas tareas llevarían "dos o tres años". Entonces el primer ministro israelí prometió que la sonda israelí llegará a la superficie de la Luna en dos o tres años.