La quitridiomicosis es la enfermedad que causa el citado hongo y, según este trabajo publicado en Science, es la especie invasora más destructiva que se conoce, ya que ha provocado la mayor pérdida de biodiversidad asociada a una enfermedad en la historia del planeta.
Hasta la fecha, América del Sur, América Central y Australia son las regiones más afectadas –la quitridiomicosis ya afecta a especies en más de 60 países, según sendas notas de prensa de la Universidad Nacional de Australia, líder del estudio, y del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Ejemplar de sapo (Dendrobates granuliferus).Ejemplar de sapo (Dendrobates granuliferus). EFE/Jeffrey Arguedas.
Este trabajo recopila la información de la que se dispone de la enfermedad y pone el acento en la necesidad de regular tanto el comercio internacional de especies como la bioseguridad en las fronteras porque se han identificado “muchas especies que corren un alto riesgo de desaparecer en las próximas dos décadas”.
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“Hemos perdido algunas especies realmente asombrosas, conocer qué especies están en riesgo puede ayudar a dirigir la investigación futura para desarrollar acciones de conservación”, explica Ben Scheele, de la universidad australiana.
Bd es originario de Asia, donde las especies locales parecen no verse afectadas por la enfermedad que provoca un estudio publicado también en Science el pasado año constató, gracias a la secuenciación de su genoma, que su origen está en Corea-.
Según Scheele, “se trata de una enfermedad muy virulenta que afecta a la fauna silvestre y está contribuyendo a la llamada sexta extinción masiva de especies en la Tierra“.
Es realmente complicado eliminar el hongo de un ecosistema, en parte porque hay especies a las que la enfermedad no les afecta: “por un lado -dice-, es bueno que haya especies resistentes pero, por otro, esto significa que dichas especies portan el patógeno y actúan como reservorios permanentes del hongo”. EFE