Las ballenas duermen apenas 10 o 15 minutos por día y durante ese lapso ni se mueven ni respiran. Por su parte las jirrafas apenas alcanzan los 20 minutos, mientras que el zorzalito de Swainson? (Catharus ustulatus) se dedican a tener cientos de siestas diarias de apenas unos pocos segundos.
Sea cuál sea el mecanismo preferido, todos duermen. De hecho, los científicos aún buscan un animal que no precise dormir.
La falta de sueño a largo plazo se ha relacionado con una serie de efectos negativos para la salud, desde enfermedades cardíacas, aumento de peso y diabetes. Estas conexiones, y el hecho de que todos los animales parecen necesitar dormirse, sugieren que el sueño debe desempeñar una función esencial. ¿Pero cuál es esa función?
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Si bien el insomnio total parece peligroso, algunas criaturas pueden sobrevivir con episodios de sueño notablemente cortos y analizarlos podría ser la clave para entender la función del sueño, dicen los científicos.
Ahora, un estudio publicado en Science Advances, (con el polémico titulo de La mayor parte del sueño no tiene una función vital) podría ayudar monitoreaba los hábitos de sueño de las moscas de la fruta.
Giorgio Gilestro y sus colegas observaron que el 6% de las moscas hembra dormían menos de 72 minutos cada día, en comparación con el promedio de 300 minutos que las otras hembras dormían. Una mujer incluso durmió tan poco como 4 minutos al día en promedio. En un experimento adicional, los investigadores privaron a las moscas del 96 por ciento de su tiempo de sueño. Pero estas moscas no murieron prematuramente, estas moscas prácticamente insomnes vivieron en la misma medida que un grupo de control que se dejó dormir normalmente.
Ahora, Gilestro y algunos otros investigadores están empezando a preguntarse si el sueño es menos necesario de lo que la gente piensa.
En un estudio de 2016, Niels Rattenborg y sus colegas equiparon a fragatas comunes (Fregata minor) en las Islas Galápagos con un pequeño dispositivo para medir la actividad eléctrica en el cerebro. Los monitores mostraron que las aves a veces dormían en un hemisferio de sus cerebros a la vez mientras se elevaban sobre el océano. A veces incluso dormían en ambos hemisferios simultáneamente en vuelo.
Dormir mientras se vuela puede ser común entre otras especies de aves, como los vencejos comunes (Apus apus), que pueden volar durante 10 meses sin aterrizar, aunque los científicos no tienen pruebas directas de esto.
Pero tal vez más sorprendente, el estudio encontró que las fragatas, mientras volaban, dormían en promedio solo 42 minutos por día, a pesar de que normalmente tenían más de 12 horas de sueño en tierra.