¿Qué sucede cuando morimos?

cuerpo

Al morir nuestro cuerpo no ha terminado su ciclo final. Al contrario, comenzará un largo proceso de eliminación de sus componentes. Pero, ¿qué sucede cuando los cuerpos se descomponen y por qué deberíamos aprender algo al respecto?

Muchas veces nosotros entramos en  contacto con los cuerpos de las personas fallecidas comienza y termina con la triste ocasión de un funeral. E incluso entonces, lo que generalmente obtenemos es una urna con los restos cremados de la persona o un cuerpo dispuesto en un ataúd, preparado cuidadosamente para la ocasión.

Además, ¿qué les sucede a los cuerpos de forma natural, después de haber tenido el encuentro con la muerte? ¿Qué pasa si no son incinerados o eligen embalsamarse, a fin de retrasar el proceso de descomposición?

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Bajo condiciones naturales, si el cuerpo se deja fuera, en un ambiente natural, o se coloca en una tumba poco profunda, el cuerpo sin vida comienza a desintegrarse lentamente, hasta que solo quedan los huesos (que podrían desenterrar algún día los arqueólogos).

¿Qué pasa en la descomposición?

Aunque muchos de nosotros podemos pensar en la descomposición como sinónimo de putrefacción, no lo es. De hecho, la descomposición de un cuerpo humano es un proceso muy largo con muchas etapas, de las que la putrefacción es solo una parte.

La descomposición es un fenómeno a través del cual los complejos componentes orgánicos que posee el cuerpo  de un organismo previamente vivo se separan gradualmente en elementos cada vez más simples. Según el científico forense M. Lee Goff, es "un proceso continuo, que comienza en el punto de la muerte y termina cuando el cuerpo se ha reducido a un esqueleto".

Livor, rigor y algor mortis

El livor mortis, o lividez, se refiere al punto en el que el cuerpo de una persona fallecida se vuelve muy pálido, o ceniciento, poco después de la muerte. Esto se debe a la pérdida de la circulación sanguínea cuando el corazón deja de latir. Este proceso puede comenzar después de aproximadamente una hora después de la muerte y puede continuar desarrollándose hasta 9-12 horas después.

En el rigor mortis, el cuerpo se vuelve rígido y completamente indestructible, ya que todos los músculos se tensan debido a los cambios que ocurren en ellos a nivel celular. El rigor mortis se establece entre 2 y 6 horas después de la muerte y puede durar entre 24 y 84 horas. Después de esto, los músculos se vuelven flácidos y flexibles una vez más.

El algor mortis ocurre cuando el cuerpo se enfría porque "deja de regular su temperatura interna". El frío de un cuerpo dependerá en gran medida de la temperatura ambiente, pero suele establecerse en un período de aproximadamente 18-20 horas después de la muerte.

Otros signos de descomposición incluyen que el cuerpo asuma un tinte verdoso o, por supuesto, la putrefacción.