Un equipo de investigadores del Observatorio Astronómico Nacional de Japón detectó un gran cuerpo rocoso de 2,4 kilómetros de ancho en el borde del Sistema Solar, informa la revista Nature.
El objeto fue hallado en el cinturón de Kuiper, un disco circunestelar en el Sistema Solar exterior que contiene un grupo de pequeños cuerpos helados que se cree que son restos de los tiempos de la formación del Sistema Solar y preservan las condiciones prístinas del Sistema Solar primitivo, razón por la cual los astrónomos los estudian.
Su observación puede ayudar a saber más sobre la evolución de nuestro sistema estelar y conocer cómo las pequeñas nubes de polvo y hielo se convirtieron en los planetas que existen actualmente.
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Los científicos usaron la técnica conocida como ocultación estelar, porque los objetos del cinturón de Kuiper son demasiado pequeños como para ser detectados directamente.
El equipo, dirigido por el astrónomo Ko Arimatsu, colocó dos pequeños telescopios de bajo costo en la isla de Miyako, en Okinawa, y observó aproximadamente 2.000 estrellas durante un total de 60 horas. Después de analizar los datos recibidos, los científicos descubrieron que una estrella parecía atenuarse tras ser ocultada por la sombra de un objeto de 2,4 kilómetros de ancho.
Los investigadores afirman que este es el primer objeto observado de este tipo y aseguran que este hallazgo indica que hay más objetos de tamaños parecidos en el cinturón de Kuiper de lo que se pensaba.