Las ranas túngara, que suelen vivir en los bosques tropicales de parte de Latinoamérica, cambian sus rituales de apareamiento cuando se encuentran en entornos urbanos, donde además los machos se vuelven más atractivos para las hembras, según un estudio divulgado hoy.
En el último número de la revista especializada "Nature Ecology and Evolution", un equipo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, en inglés) publica sus hallazgos sobre el comportamiento de las ranas túngara macho que habitan en zanjas, charcos y desagües de la ciudad de Panamá.
Al igual que los pavos reales macho usan sus vistosas colas para atraer a las hembras, las ranas túngara hacen lo mismo añadiendo sonidos adicionales a sus llamadas de apareamiento.
No lo hacen, sin embargo, cuando saben que hay presencia de depredadores como murciélagos o moscas parásitas, que se sirven de esos cantos de amor de las ranas para localizar sus alimentos.
Para realizar su investigación, el equipo liderado por Wouter Halfwerk, profesor asistente en la Universidad de Vrije en Amsterdam y científico visitante en el STRI de Panamá -dependiente del Smithsonian de EE.UU.-, reprodujo llamadas de ranas túngara macho en 22 localizaciones urbanas y forestales.
A través de cámaras de control remoto con sensores infrarrojos, vigilaron y anotaron el número de hembras que se acercaban, así como de depredadores y parásitos.
De tu interés: Descubren una araña que produce leche para sus crías
En la ciudad menos hembras respondieron a las llamadas, lo que sugiere que los machos que viven en entornos urbanos deben esforzarse más para atraerlas.
En un segundo experimento, los investigadores grabaron a 100 machos y descubrieron que los de ciudad realizan llamadas más complejas y notorias que los del bosque.
Para averiguar qué ranas macho resultan más atractivas, en un tercer experimento pusieron a 40 hembras a escuchar llamadas de machos de ciudad y de bosque, y tres de cada cuatro prefirieron las primeras.
Finalmente, los investigadores comprobaron que, cuando los machos urbanos se trasladan al bosque, simplifican de inmediato sus llamadas.
No ocurre lo mismo con los machos de los bosques en la ciudad, ya que estos no hacen llamadas más complejas de inmediato.
"Al igual que nosotros cambiamos nuestras relaciones sociales en las ciudades, los animales están modificando sus relaciones y comportamiento en las comunidades biológicas radicalmente alteradas que estamos creando en todo el mundo", concluyó Rachel Page, científica del STRI y coautora del estudio.
Fuente: EFE