Las formas más tempranas de vida en la Tierra pudieron contener inosina, un nucleótido distinto a los encontrados en estructuras más modernas de ácido ribonucleico (ARN), según un estudio publicado hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación para profundizar en el conocimiento de los orígenes de la vida en la Tierra fue realizada por un equipo de expertos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Gran parte de las investigaciones actuales sobre el origen de la vida en la Tierra se centran en el ARN, una molécula compleja y versátil que almacena y transmite información genética.
Como el ADN, el ARN está formado por nucleótidos que contienen bases nitronegadas y que en su caso son: adenina, citosina, guanina y uracilo (A, C, G y U).
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En el estudio publicado en PNAS, Jack W. Szostak, profesor de química y biología química en Harvard, y Seohyun (Chris) Kim, estudiante graduado de esa universidad, apuntan que el ARN pudo tener en sus inicios un conjunto diferente de bases nitrogenadas.
En lugar de la guanina, estos autores se decantaron por la inosina (I) tras descubrir en pruebas de laboratorio formas de hacer versiones de ese elemento a partir de materiales disponibles en la Tierra primitiva.
El hallazgo de Szostak y Kim aporta luz para seguir investigando si en sus orígenes la Tierra ofrecía múltiples opciones para el desarrollo de vida.
Además, los resultados de su investigación pueden servir para explorar si los ingredientes primordiales que crearon las condiciones para la vida en la Tierra están presentes en otros planetas.
Fuente: EFE