Los agujeros negros son de las cosas más misteriosas que existen hasta ahora en el universo, a pesar de todo lo que los científicos han descubierto. Pero aquellos más antiguos incluso son capaces de revelar una historia que no conocemos sobre todo lo que nos rodea. Un estudio publicado en la revista Nature Astronomy por investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia habla sobre las posibilidades.
Los científicos aseguran que observar la formación de agujeros negros masivos antiguos da pistas sobre su propia existencia. Esto podrá hacerse, todo indica, con el telescopio espacial James Webb que la NASA lanzará en 2021.
¿Qué hay de diferente con esos agujeros negros primitivos?
En los primeros millones de años luego de la formación del universo no existían estrellas viejas capaces de dar a luz a los agujeros negros, como sucede ahora. De hecho había nubes de materia que formaron las galaxias, pero a veces era tan compacta que colapsaba con la gravedad dando origen a agujeros negros. Pero a diferencia de los actuales no tuvieron una existencia como estrella y reciben el nombre de agujeros negros de colapso directo.
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¿Cómo encontrará el telescopio James Webb un agujero negro de este tipo? Usando la simulación encontraron que cuando se formaron se crearon una gran cantidad de estrellas sin metales. Por lo tanto, la galaxia que lo albergue debe tener signos de estrellas bajas en contenido de metales.
Saber más sobre estos agujeros negros puede ayudar a armar una línea de tiempo. Al día de hoy no sabemos si la materia generó primero los agujeros y luego las galaxias, o las estrellas estaban primero y el agujero negro vino luego. La incursión de la NASA y su telescopio será fundamental en los próximos años.
Fuente: VIX