Todas las ramas de la ciencia han tratado de explicar la impuntualiad y a quienes la "practican". Por supuesto que es una costumbre que se considera una grave falta de respeto en muchas culturas. Pero según la ciencia, no todo es malo, también hay una consecuencia positiva alrededor de las personas que nunca llegan a tiempo.
En concreto, la Dra. Diana DeLonzor —psicóloga experta en administración del tiempo libre— explicó que las personas impuntuales son menos propensas al estrés y por lo tanto, es menos probable que adquieran una enfermedad cardiovascular, que tengan accidentes cerebrovasculares o que presenten cuadros de depresión. Al evitar estos padecimientos se reducen las posibilidades de morir prematuramente.
DeLonzor citó en su libro Never Late Again, una investigación de la Facultad de Medicina de Harvard, la cual analizó a cientos de sujetos impuntuales y puntuales en un lapso de 15 a 40 años. Los expertos encontraron que el optimismo y la relajación eran características frecuentes entre los sujetos que siempre hacían esperar a sus acompañantes.
Por si fuera poco, una de las conclusiones apuntó a que estos individuos llevaban una vida más relajada y presentaban menos pesimismo y preocupaciones que aquellos que siempre estaban nerviosos por llegar a tiempo.
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Además de DeLonzor, existen otros defensores de lo positivo que esconde la impuntualidad. Por regla general, se tiende a pensar que quienes llegan tarde son desobligados, pero la Dra. Linda Sapadin —especialista en administración del tiempo y miembro de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés)— afirmó que la impuntualidad llega a ser un rasgo tan frustrante como perfeccionista:
«Muchas personas no pueden salir de casa sin dejar su cama tendida, los platos limpios, los zapatos en su lugar, etc. De hecho este perfeccionismo tiene dos caminos: el de la pasión por los detalles, que puede desembocar en una exitosa carrera y aquel en el que se puede desarrollar Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Gracias al primer camino podemos asegurar que la impuntualidad no es del todo terrible».
Sapalin argumenta además que todas las personas tienen una percepción del tiempo diferente y el hecho de darle o restarle importancia a 20 segundos (por ejemplo) puede hacer una gran diferencia. Esta doctora secunda el estudio mencionado por DeLonzor y asegura que los impuntuales viven más relajados dentro de su rutina diaria y por lo tanto suelen ser mucho más sanos.
Para las próximas reuniones con tus amigos, tienes dos opciones: si eres el puntual pregúntales si estaban haciendo algo interesante en su casa como parte de un ritual perfeccionista. Si eres el impuntual, procura aumentar tu empatía y aprovecha tu longevidad para hacer el bien.
Fuente: VIX