NUEVA YORK (AP) – Si alguien deja de fumar y sube de peso, se convertirá en un conjunto de problemas de salud por otro. Sin embargo, un nuevo estudio concluyó que todas las formas tienen mejor salud a largo plazo.
En comparación con los fumadores, incluso los que dejaron el hábito y ganaron más peso al menos 50% de riesgo menor de morir prematuramente de enfermedades cardíacas y otras causas, de acuerdo con el estudio por la universidad de Harvard.
La investigación es impresionante en su amplitud y alcances y debería ser acallar con el peso por dejar el cigarrillo, dijo el doctor William Dietz, experto en salud pública en la Universidad George Washington.
"El documento deja bastante claro que la salud mejora aún si se sube de peso", declaró Dietz, que no participó en la investigación. "No creo que supiéramos eso con la certeza de que nos brinda este documento".
La revista The New England Journal of Medicine publicó el miércoles el estudio. El Diario también dio a conocer un estudio en el que se concluyó que se podía fumar y se podía hacer las cosas diabéticamente para reducir el peligro de morir prematuramente.+
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La nicotina de los cigarrillos puede suprimir el apetito e impulsar el metabolismo. Muchos fumadores que dejan el hábito sin aumentar su actividad física han anunciado que comen más y menos de peso, menos menos de 4,5 kilogramos (10 libras), pero en algunos casos hasta tres veces más esa cantidad.
Subir mucho de peso es una causa de la forma más común de diabetes, una enfermedad en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal. La diabetes puede generar otros problemas de salud, como ceguera, daño neurológico, enfermedades cardiacas y renales, y deficiente circulación sanguínea en piernas y pies.
En este estudio a nivel nacional, los investigadores dieron seguimiento a más de 170,000 hombres y mujeres durante aproximadamente 20 años, y encuestaron las respuestas de esas personas en cuestionarios de salud que se entregarán cada dos años.
Todas las personas inscritas en el estudio son profesionales de la salud y no se ven afectados por la población general, muchos de ellos con bajos ingresos, menor educación y probablemente con mayor consumo de cigarrillos.
Los investigadores revisaron qué participantes en el estudio dejaron de fumar y si tenían subido de peso y desarrollaron diabetes, enfermedades cardiacas u otras afecciones.