El cohete Ariane-5 despegó este miércoles de la base de Kurú, en la Guayana francesa para poner en órbita cuatro satélites del sistema de navegación europeo Galileo, lo que completa su plano secuencial.
Cuando se complete la misión dentro de unas seis horas, la constelación Galileo contará con 26 satélites, dos más de los necesarios para tener cubierto el planeta de forma continua.
"A partir de ahora, Galileo dispone del mínimo posible para llevar a cabo la totalidad de sus capacidades operativas", afirmó a EFE el director del departamento del programa Galileo en la Agencia Espacial Europea (ESA), Javier Benedicto.
Con esta nueva misión, los usuarios del sistema de navegación vía satélite de la ESA dispondrán durante todo el día de un servicio más eficiente que el que ofrece el estadounidense GPS y el ruso Glosnass.
Sin estos cuatro satélites algunas partes del planeta no se beneficiaban durante algunas horas, de la capacidad máxima de Galileo, cuya precisión es de un metro.
La ESA tiene previsto enviar otros cuatro satélites suplementarios en 2021, que serán puestos en órbita por la nueva generación de cohetes europeos Ariane-6.
"Galileo no dejará de enviar satélites, porque habrá que renovar la flota", señaló Benedicto.
El Ariane 5 es un cohete de un solo uso diseñado para colocar satélites en órbita geoestacionaria y para enviar cargas a órbitas bajas.
Su desarrollo llevó 10 años y costó 6 mil millones de euros. El objetivo inicial del Ariane 5 era servir como lanzadera del minitransbordador Hermes. Cuando la ESA canceló el proyecto Hermes, el cohete se destinó a cumplir misiones puramente comerciales.
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Fuente: EFE