En la búsqueda por descubrir si estamos solos o acompañados en el universo, los científicos se enfocan en buscar cualidades de nuestra Tierra presentes en otros sistemas. Dentro de esa investigación, el nombre de un planeta es el que más ha llamado la atención hasta ahora: Kepler-186f. Y cada vez se encuentran más similitudes entre él y nuestro planeta.
Kepler-186f fue descubierto en 2014 por el Observatorio Espacial Kepler. Este exoplaneta se encuentra a 500 años luz de la Tierra y posee un tamaño similar a ella. Se ubica en el Sistema Kepler-186 (en la constelación Cygnus), en donde es acompañado por otros cuatro planetas y todos ellos giran alrededor de una estrella con la mitad del tamaño y la masa de nuestro sol.
Además de la coincidencia en medidas, otra de las primeras características de Kepler-186f que llamaron la atención fue que está posicionado en la zona habitable de su sistema. Esto quiere decir que no está tan cerca de su estrella como para achicharrarse ni tan lejos como para que se congele.
Su sol a medio día se ve cómo el nuestro cuando falta una hora para que anochezca. Otro de los elementos que tiene Kepler-186f al ubicarse en la llamada zona habitable es que en su superficie es posible que se acumulen charcos de agua.
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Ahora, se cree que Kepler-186f también podría tener estaciones y un clima que cambia como el de la Tierra. Un estudio del Centro de Astro-física Harvard-Smithsonian y del Instituto de Tecnología de Georgia simularon la inclinación del "primo" de la Tierra para conocer más acerca de sus movimientos. (El investigador Thomas Barclay fue quien lo definió como un primo y no como un hermano o gemelo).
Con dichos cálculos, los expertos encontraron que Kepler-186f cuenta con un eje inclinado y estable como el de nuestro planeta. Este ángulo ocasiona que la luz que recibe varíe durante su órbita alrededor de su estrella, lo que en teoría daría estaciones con diferentes climas que se repiten.
Por todas estas razones (hasta ahora) se considera que este planeta es el más parecido al nuestro. Que contenga vida es algo que aún está lejos de saberse, pero que con seguridad seguirá despertando la curiosidad de la comunidad científica. Fuente: Vix.
